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258 PAR'r. 111, t:AP. lX: OFICIOS DE LOS HERMAJ.~OS LEGOS de la cocina con el delantal puesto o las mangas levan– tadas. 670. Mire por la buena conservación de los utensi– lios de cocina, y evite el recurrir al Superior con impor– tunas súplicas para que provea de otros instrumentos o mejores o más cómodos, cuando verdaderamente son in– necesarios. 671. T enga también la despensa muy limpia y ce– rrada con llave, y no permita que los religiosos entren en ella sin necesidad, y menos aún los seglares. 672. En el refectorio ocupará el cocinero el extremo de una mesa, a fin de que pueda con facilidad levantar– se sin molestar a nadie . Aunque sea de votos simples, no necesita permiso del Superior para salir del refecto– rio a la cocina por exigencias del oficio. 673. Como los demás hermanos, asistirá a todos los actos de comunidad. Si en algún caso extraordinario no le fuese fácil la asistencia por causa de sus ocupaciones, pida antes permiso al Superior, indicándole el motivo. No necesita, sin embargo, licencia para salir de la ora– ción de la tarde como un cuarto de hora antes a prepa– rar la cena o colación . 674. Para que pueda el cocinero acudir con pronti– tud cuando le llaman, es muy conveniente que tenga la celda cerca de su oficina ; y porque durante las horas de silencio no se debe tocar la teja, conviene que no se ale– je mucho de la celda o dr la oficina, a fin de que en caso de necesidad se le halle fácilmente. Se le llamará dando dos golpes de teja.

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