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254 PART. liT, CAP. IX: OFICIOS DE LOS llERMA:'\OS LEGOS 659. 'Al comenzar y concluir sus trabajos, el cocine– ro rezará el Avemaría ante la imagen de la Santísima Virgen; mfrela con frecuencia para, como el Beato Cris– pín de V1terbo, inflamarse en el amor divino y buscar renovados alientos en el cumplimiento de su oficio. Ten– ga ·siempre muy devota y adornada con flores y luces la capillita de la cocina. Los sábados, fiestas de la Virgen y demás solemnidades, después de comer, encenderá ante la imagen algunas luces hasta que hubieren termi- nado de lavar los platos. · Eleve frecueptemente el corazón al Señor, Dios de amor y caridad; ofré7.cale de continuo sus trabajos e in– voque la ·asistencia mat~rnal de María Santísima, y en– contrará su cielo en la cocina. 660. Si a lguna vez hubiere necesidad de nombmr cocinero primero a un hermano de votos simples, se pro– curará señalarle otro hermano más antiguo y práctico en el oficio; no para que le ·asista de continuo, sino para que le diga lo que hay que hacer, y avise cuand~ en algo faltare. Los cocineros de los noviciados y conventos grandP.s pongan mucho cuidado en enseñar el oficio al comp.a– ñero que se les da . 661. El cocinero ayuda la pri-mera Misa, y acude 3. s u oficina una vez que hubiere dado gracias. Mas donde hay dos cocineros, el segundo irá a !a cocina después de asistir en el coro al rezo del 'Angelus, de las Letanías de totl.os los Santos y a la lectura de la meditación. En llegando a la cocina, lo primero, como es cos– tumbre, re7.fl d~v~tamente el Avemaría delante de la Santísima Virgen; luego enciende el fuego, barre la co-