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Af\.1'. IV: LEéTOJ\ES Y PROFE!')óRES 2$1 dotas a la piedad y a la devoción ; buscando en todas ellas a Dios, de tal manera que, aun las ciencias más abs– tractas, resulten prácticas y devotas por el modo como se conciben y enseñan y el fin a que se ordenan. 582. Sean amantes de la Escolástica, acomodándola a los problemas filosóficos que hoy día se proponen ; y tengan por gufa a los Doctores Seráfico, Angélico y Su– til y demás maestros franciscanos, dando también el de– bido aprecio a los autores católicos de mejor nota de otras escuelas. 583. T engan presente los Lectores y Profesores que ellos son los responsables de la formación intelectual de los estudiantes, y que es .un deber grave para ellos el explicar con claridad la asignatura propia, y el dirigir a los estudiantes en sus trabajos científicos. Al cultivar la inteligencia de sus alumnos, no des– cuidarán formar también discretamente su corazón para la virtud, según la intención de nuestro seráfico Padre l. 584. El P . Director reunirá de tiempo en tiempo a los Lectores y Profesor~s para cambiar impresiones, y conferenciar con ellos acerca de la marcha de los estu– dios, conducta de los colegiales, actos literarios· y otros asuntos concernientes al colegio. 585 . En todo lo demás aténganse los Lectores a lo que prescribe nuestra legislación general y a las normas especiales que !?ara ellos, ya en cuanto a la enseñanza, ya en cuanto a su relación con los Superiores Y. con los estudiantes, prescribe el Reglamento de estudios. 1 Con. 192.