BCCAP000000000000134ELEC

AltT. 11 : MOtlO l)g HACER LA VISITA 183 442. Para darse cuenta del estado disciplinar de la comunidad, llame uno por uno a todos los religiosos e interrógueles sobre el culto divino, sobre la observancia de la vida común, de la Regla, Constituciones, Ordena– ciones ; sobre el silencio, caridad fraterna ; sobre el estu– dio, el trabajo y la fidelidad de los oficiales ; sobre la educación de los jóvenes, la obediencia y reverencia de los súbditos para con sus Superiores, y sobre el gobierno de éstos. No intente corregir todas las faltas, sino sola– mente aquéllas que sean más notables y que, por razón de las circunstancias, no pueda corregir el Superior locaL Todo religioso puede exponer al P. Visitador cuanto juzgue conveniente, aun sin ser interrogado. 443. Terminada la Visita, se congregan los reugw– sos en el refectorio, donde el Visitador les dirigirá la pa– labra, exhortando a todos a la prácttca de la regular ob– servancia y a caminar alegremente a la perfección será– fico-capuchina. Acto seguido, corrige y ordena aquellas cosas que deben corregirse y ordenarse ; y, si es necesa– rio, dejará por escrito algunas ordenaciones especiales. Después toma la culpa a todos los religiosos. Y se ad– vierte que los profesos simples no deben asistir a la cul– pa de Jos solemnes. 444. Si el Visitador tuviere que hacer algunas adver– tencias a algún sacerdote no estudiante, o a los padres en general, que podría haber algún inconveniente fuesen oí– das por los demás religiosos, en este caso llame a su cel– da a sólo los sacerdotes. Por eso es útil que el Visitadot llame separadamente a los hermanos legos, a los coristas y a los padres, para darles los avisos propios de cada gru– po, sin perjuicie de los que dará a todos en general en el discurso de fin de Visita. Sea, con todo, muy prudente,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz