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CAP I TULO I II SA NTA VISITA ARTÍCULO l.-NORMAS GENERALES. 430. Todos los religiosos debt>n considerar el tiem– po de santa Visita como tiempo de gracia y de salud : en esos días el Señor suele conceder mayor luz al Supe– rior, solícito del bien de sus súbditos, y ayudarle en el mejor desempeño de su oficio. Si no se considera la Visita con los ojos de la fe, y se mira, en cambio, al Visitador como a un igual, con sus defectos, son muchas las g racias que pierden los visita– dos. Por tanto, asf Superiores como súbditos, huyan de toda humana consideración, de toda animosidad y resen– timiento, y de todo cuanto pueda desagradar a Dios; y más bien consideren la santa Visita como un acto de ca– rielad, amor, benignidad y misericordiosa j usticia de los representantes del Señor. 431. Las celdas que han de ocupar el Visitador y su Secretario, serán aquellas más espaciosas, ordinariamen– te destinadas a los Superiores mayores o para huéspedes. Tendrán su llave propia, y además un escritorio con ca– jones que cierren también con llave, suficientemente pro– visto de tinta, plumas, papel, lápices, sobre y sellos de correo.