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AR.T. Vl : REFEC'l'ORlO 137 de las virtudes de nuestros antiguos Padres, de la His– toria de la Orden, de la vida de los Santos y demás co– sas edificantes y devotamente instructivas para la perfec– ción del estado religioso. Procúrese, en generaa, que las lecturas del refectorio contribuyan a fomentar entre los religiosos el espíritu seráfico y sirvan de pábulo a la ver– daciPra piedad 1 • 323. Los sacerdotes solemnemente profesos que ha– yan terminado los estudios, leerán sentados y podrán concluir cuando quieran, cuidando de no ser excesiva– mente cortos; mas los estudiantes y hermanos legos lo harán en pie y hasta que el Superior dé la señal, un gol– pecito sobre la mesa, para que lea el siguiente. Todos los religiosos leerán siempre en pie la Sagrada Escritura 2 , la R egla Seráfica y el T estamento de nuestro seráfico Pa– dre San Francisco. Dada la señal por el Superior para que otrú continúe, el que termina de leer dirá: Seo. po·r amor de Dios, y se sentará, después de indicar al siguien– te dónde terminó la lectura. El que prosigue, dicho Be– nedícite, repite las últimas palabras leídas y continúa. Si alguno fuese corregido, repetirá corrigiendo el yerro, di– ciendo a continuación: SefJJ por amor de Dios. Adviértase que, en presencia de personas que no per– tenezcan a nuestra Familia Capuchina, no deben leerse la Regla o exposiciones de ia misma, las Constituciones, las Crónicas ni documento alguno que trate de interiori– dades de la Orden. 324. Cuando los viernes se lee la bendición de nues– tro seráfico Padre y se renueva la profesión, todos los religiosos se levantan y, desprendidas las servilletas, per– manecen con las manos juntas mediamente indinados 3. 1 Con. 72.-2 Or. 1, 1-2.----3 Or. 2.

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