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AR1'. Vl: REFECTORIO f35 cial, y, en tales casos, háganlo los Superiores de tal suer– te que no se pueda introducir costumbre. 5. De la lectura en la mesa. 317. Todos los días, excepto el viernes, la primer:t lectura de la comida se hará del Evangelio ; y la prime– ra de la cena, de cualquier otro libro de la Sagrada Es– critura l. Pertenece al primer acólito leer la Sagrada Es– critura, así a mediodía como a la noche ; y dará princi– pio a esta lectura diciendo: Benedicite; a continuación añade : In nominet Domini nostri Jesu Christi incipit ( vel sequitur) sacrosanctum ejusdem Domini nostri Evangelium secundum N., Caput N. (vel in Capite N.). En las solemnidades de primera clase es laudable cos– tumbre leer el Evangelio de la misma festividad 2 en lu– gar del que se venía leyendo. Por la noche se comienza de modo semejante: Incipit (vel s.equitur) Líber N. o Epístola N. 318. Las Letras Encíclicas del Papa reinante se lee– rán en el refectorio después del Evangelio, luego de ser promulgadas; lo mismo se hará con las Cartas Circu– lares del Rvmo. P. General y del Superior provincial 3 • A mediodía, después de la lectura del Santo Evang~lio, el sacerdote más joven leerá un punto de Moral en los días que no sean fiestas de precepto. 319. Concluida la lectura del punto de Moral, sigue la lectura, en castellano, del libro designado por el Su– perior 4, que comienza siempre el acólito segundo, y con– tinúan por orden los religiosos que le siguen en la mesa. 1 Con. 1.---2 C. 2172.-3 C. 2172.-4 Con. 72.

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