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126 1''.\RT. H. CAP. lll: OEPE;>;OENCr,\5 CO:\'VE;>;TUALE!' 297. Sentados en su lugar, y teniendo juntas las manos sobre el borde de la mesa, rezan todos en silen– cio un Padrenuestro y Avemaría por los bienhechores. Luego, si fuere día de culpa para novicios o religiosos de votos simples, el Superior dará dos golpes sobre la mesa para comienzo de la misma. Concluída la culpa, y .los días que no la hubiere inmediatamente después del Padrenuestro y Avemarla, sin señal del Superior, el primer acólito dirá: Benedicite, y comienza la lectura, como se dice más adelante l. Terminada la enunciación del Evangelio, o de la Regla en los viernes, da el Supe– rior la señal para comenzar la comida. Entonces, y no antes, los religiosos toman y desdoblan la serviUeta 2 • 298. Si alguno llegare cuando se ha terminado ya la bendición, arrodillándose junto a su puesto, recitaní. con los brazos en cruz un Padrenuestro y Avemaría en se– creto; después, besando en tierra, se levantará e irá :1 sentarse en su lugar. Así se hará, tanto a la comida como a la cena o colación 3. 299. Acción de gracias después de la comida.- – Cuando el Superior advierta que se ha terminado de co– mer, dirá al que lee: Señale, para que cese la lectura, y si fuere por la noche, inmediatamente se lee el Necrolo– gio. Luego dará la señal para levantar la mesa, que con– sistirá en dos golpes sobre la misma, y desde este mo– mento se deberá guardar el silencio regular en todas las comidas, lo mismo a mediodía que a la noche, cuando alguna rara vez y por causa razonable hubiere sido dis– pensado 4. Recogida la mesa, como se indica más acle- 1 N. 317.-2 C. 2170.--3 C. 2171; An. LXIII, 194(, 37-38.- 4 C. 2173; An. LXIII, 1947, 38.

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