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ART. Yl : REFEC'fORIO 123 pero comenzando en mesa distinta. Los nov1c1os coris– tas ocupan seguidos la parte derecha del refectorio, des– pués de los padres, y si no cupieren en ella, se distribu– yen a ambos lados, no ocupando, aunque sobre algún puesto, las mesas de los padres. Luego los hermanos le– gos profesos, los novicios legos y los postulantes. Los hermanos portero, cocinero y refitolero ocupan el extremo de la mesa que les corresponde, para que con la frecuencia de entrar y salir no molesten a los demás. Los religiosos de otra provincia que integran la fa– milia transitoriamente, ocupan el puesto que les corres– ponde por su antigüedad o por los cargos que han des– empeñado en la Orden. 293. Los religiosos forasteros, principalmente si son de otra provincia, y más aún si son extranjeros o extra– ños a la Orden, deben ser tratados con gran caridad y urbanidad; pues si entre los mundanos se respeta y aga– saja al que viene de fuera, con más razón se debe obse– quiar con sincero y fraterno afecto al religioso huésped, particularmente si fuere benemérito por la prelacía u ofi– cio que desempeña. Por tanto, cuando llega algún religioso forastero, si fuere l\1 inistro provincial u otro padre distinguido por su prelada u oficio, los del convento que tengan igual o semejante titulo, excepto el P. Provincial y el P. Guar– dián, consideren como ley de religiosa cortesía el ceder– le la .precedencia, aunque en rigor no le corresponda. ' Si es Superior local! se le colocará, a ser posible, en la mesa de la testera. Si se trata de cualquier otro padre, se le colocará inmediatamente antes de los padres ancia– nos de la familia, después del P. Vicario y del P. Se– cretario provincial.