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118 PART. 11, CAP. 111: DEPENDENCIAS CONVEN'rUALES Un hermano lego cuidará del arreglo de la sala de lectura de los padres, y un novicio o corista, de la sala de recreo de los novicios o estudiantes. 277. La biblioteca no debe utilizarse nunca como sala de recreo, ni tampoco para sala de estudio y de lec– tura a que se refiere el número 273, a no ser en aquellos conventos donde resultase imposible hallar otro lugar más apropiado l. ARTÍCULO V .-COCINA. 278. Por razones fácilmente comprensibles, procuren los Superiores y Fabriqueros que las cocinas de nues– tros conventos no den directamente a la calle, ni se en– cuentren cerca de la portería o de los locutorios. 279. Nuestras cocinas sean suficientemente amplias, y estén perfectamente ventiladas. Debe además resplan– decer en ellas la más escrupulosa limpieza, tanto en el local como en la vajilla y utensilios. Para lograr esto, donde fácilmente pueda hacerse sin gastos notables, con– viene cubrir la parte inferior con azulejos de un color claro y sencillo, y que las mesas de la cocina sean de mármol. 280. Aneja a la cocina habrá una despensa, donde pueden guardarse las provisiones de repuesto ¡ dicha deS– pensa estará provista de armarios con su red metálica para guardar, sobre todo, aquellas provisiones que co– rran peligro de deteriorarse, como carne y pescado. 1 Or. 279.