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CAPITULO V EJERCICIOS DE CULTURA ARTÍCULO l.- DEL ESTUDIO. 214. Todos nuestros sacerdotes tendrán en grande aprecio y estima los estudios, por ser medio imprescin– dible para perfeccionarse cada dfa en el conocimiento de las ciencias, sobre todo de las eclesiásticas, tan necesa– rias para ejercer debidamente el ministerio espiritual. Por otra parte, la experiencia enseña que el sacerdote amante del estudio se conserva fervoroso y observante más fácilmente que el simple devoto, descuidado en esta obligación ; aquél evita eficazmente la ociosidad, com– pañera inseparable de la tibieza en el servicio divin0, mientras éste no sabe muchas veces cómo emplear el tiempo que le queda libre, y cae así en mil defectos e im– perfecciones. 215. Los Superiores, por su parte, hagan cuanto puedan para fomentar y favorecer el progreso literario de la propia provincia, animando, guiando y preparando especialmente a los religiosos que juzguen más aptos para ilustrar a la Orden y a los fieles con sus trabajos científicos. Procuren ayudar, moral y materialmente, a la impre– sión y difusión de las obras y revistas escritas por nues– tros religiosos ; prefieran siempre, en cuanto sea posi-