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96 FORMADOR EN LA PROVINCIA(1942-1965) plan en los primeros ejercicios y, por la gracia de Dios, me sentí basrame ambiemado sobrenaturalmente, si bien entonces como ahora [maestro de novicios] mi lamento constante ante el Señor ha tenido que ser un des– contento perpetuo de mi trabajo interior. Además hube de darme al estu– dio de la ascéüca, de la pastOral, de la psicología, para disponer de los conocimientos necesarios. Fue cosa de unos meses. La experiencia, y cier– to instinto unido a una regular capacidad de observación sobre las perso– nas, harfan lo demás. Mis "coriscas" me proporcionaban raros felicísimos, sobre codo en aquellos tres primeros años. Casi todos me confiaron sus almas con una senci llez y una nobleza que fueron para mí verdadera sorpresa. Desde entonces no he podido menos de confiar en el joven, y siempre me ha resultado bien. Yno fue sólo la dirección espiritual. Mis clases de Historia Eclesiástica, de Patrología, de Metodología, de Historia Franciscana, despertaron gran entusiasmo; resultaban las más interesantes, las más eficaces. Se hacían siempre cortas. Mis alumnos trabajaban a gusto, y yo procuraba despertar su iniciativa de varios modos. Luego puse en marcha las "Academias": grupos de alumnos que, bajo mi dirección, estudiaban a fondo materias especiales de orientación práctica, relacionadas sobre todo con los gran– des ideales de la vida religiosa y sacerdotal. Así se organizaron la Academia Misional, la Franciscana, la de Espiritualidad, la de Apostolado Social, la de Formación Literaria. Todo ello era, naturalmente, a costa de mi tiempo yde mi esfuerzo. Me daba todo el día a mis jóvenes: en la celda, siempre frecuentada por uno u otro, en el coro durante la meditación para la confesión o la dirección espiritual, en la clase.. . Mi salud no era fuerte, pero resistía bien. Aún me quedaba tiempo para preparar la publicación de mi tesis doctoral y para enviar varios artículos científicos a las revistas, dar conferencias, erc 17 • *** El mismo año en que el P. Lázaro entraba como profesor en Pamplona, recién llegado de Roma, iniciaba sus estudios de reol6gfa Fr. Manuel de n Como artículos que se refieran estrictamente a la época del primer trienio ( 1942-1945) no hemos encontrado sino: El Beato Diego de Cadi:. Z,~rago:a y el Pilar. en: Doce de Octubre (Zaragoza) 3 ( 1944) 166-167; La idea misiona/fuera de la Península Ibérica en los siglos XVIy XVII, en: Missionalia Hispanica (Madrid). El P. Lázaro. al evocar estos anos. está pensando. más bien. en el período sucesivo.

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