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78 VOCACIÓN Y CAMINO ('9'3 • , 942) Fausto de Zubiri cogiendo té en las Peñas de Zudaire, se resbaló y se des– peñó; fallecía dos horas después. El P. Lázaro se preparaba para ir a Roma. Es fácil que el destino del P. Lázaro estaba en el sentir de sus compañeros y, pese a sus sentimientos íntimos, no fuera ninguna sorpresa el ver que los superiores le destinaban a estudios superiores. "Historia de la Iglesia". Hacía fa lta un profesor para esta asignatura, y el joven estudiante mostraba dotes sobresalientes. Hubo también en el curso otro intelectual que fue un brillante historiador en la rama civil, el profesor de Lecároz P. Crisanto de lwrgoyen (luego Eulogio Zudaire). Fue destinado, pues, el P. Lázaro de Aspurz a estudiar Historia de la Iglesia, pero en sus manos estuvo encauzar la especialidad preferida: las Misiones. Todo se armonizaba en el eje de sus ideales. Era tiempo de hacer la maleta -ligero equipaje del estudiante capuchi– no- y marchar. Iban a ir dos: el P. Matías de Torrano, algún curso superior, para graduarse en Filosofía, y él. Se postergaba el viaje. Pensamos que fue– ron los negros acontecimientos que ensombrecieron el horiwnte europeo. Acabábamos de sufrir en tierra patria una cruel guerra y ahora se echaba encima otra peor. Ell de septiembre de 1939 Alemania declara la guerra a Po lonia, para recuperar los territorios de la "Alemania irredenta", en lenguaje de Hitler. Inglaterra y Francia iban a ser los aliados frente a Alemania; Rusia tenía hecho el pacto de no agresión a Alemania. Italia se iba a decantar por el lado nazi... Se había declarado la Il Guerra Mundial (1939-1945). La marcha a Roma del P. Lázaro y sus estudios en la G regoriana iban a estar bajo el signo de la guerra. * * * En octubre de 1939 hice mi viaje a Roma. Había de ser por mar, por razón de la guerra . En Barcelona tuve que esperar diez días, porque el "Cabo San Antonio", que debía llevarme a Ita lia, había sido detenido por los ingleses en Gibraltar. Una pane de los pasajeros tuvimos que meter– nos por fin en un barquichuelo italiano de 1.800 toneladas, y con peligro de que nos torpedeasen en el Mediterráneo. Fue una travesía mala. En Roma me tocó vivir aquel primer año de neutralidad italiana y luego los dos primeros años de enu ada en la guerra de Italia. Hubo mucha escasez y mi salud no era fuerte. Colegio Internacional de la Orden La Orden tenía -y tiene- su Colegio Internacional en Roma, bajo el patronazgo del portentoso y apostólico San Lorenzo de Brindis ( 1559- 1619), declarado por Juan XX111 Doctor de la Iglesia (1959). El Colegio

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