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Esludianle de Teologla rumbo al sacerdocio Pamplona 1935-1939 65 Derecho 4, Patrología 4, Hebreo 4, Misionologfa 4, Metodología 4, Arqueología 4. 16 Los cursos siguientes van por la misma tónica; quiz~s sea tedioso insistir con número. Ahí están, de rodas maneras, los libros. Más interesante será observar los arreglos, las componendas, las mali· cias que había que usar con las autoridades milirares para mantener, sí, el fervor por la cruzada, e ir sorteando, como se podía, los tiempos de servi– cio a la causa nacional sin perder los cursos que iban abocados al sacer– docio. Valgan estos párrafos e interprérense con benevolencia: "Al termi· nar el primer año esmlló la guerra c ivil ( 1936). Vino la movi lización. Muchos de mis compañeros tuvieron que vestir el uniforme caqui; algu· nos irían al frente; la mayor parte prestarían sus servicios en oficinas o en servicios auxiliares. Yo fui de los privilegiados; con un grupo de compa– ñeros fui destinado como soldado sanitario al hosp1tal instalado en nues– tro colegio de Lecároz, donde seguíamos visuendo el hábito, llevábamos en gran parte la vida normal de religiosos y hacíamos nuestros servtcios con los hospitalizados. Pero como yo no estaba dispuesto a interrumpir la carrera, al poco tiempo alegué mi enfermedad y, aunque en el ho~pital militar de Pamplona me dieron útil para rodo servicio, me quedé en el colegio de teología "emboscado" y pude hacer casi codo el segundo año. Ames de terminar éste, hubo peligro de una inspección en Lecároz, por lo que adelanté los exámenes y fu¡ a pasar el verano en el hospital. Al principio del tercer año otra vez me fugué -comando con los supe– riores, claro está·; cur~é tercero bastante en calma, pero esta vez todavía hubo que adelantar más los exámenes y volví al hospital hasta marzo y estudiar las materias por mi cuenta, junto con otro compañero..." S i el historiador ha de ser fiel a su oficio no puede menos de transcri– bir esas pías trampullas que se hacían entonces y que uno quisiera que ~e hubieran resuelto con más elegancia. El 8 de mayo del 38 Fr. Lázaro acaba de dejar el libro de la Crónica colegial, y el literatO que le sigue, para comenzar, se desenvuelve así el 25 del mismo mes: "Han vuelto a Lecároz fr. Lázaro de Aspurz, fr. Elfas de Limonar y fr. Jerónimo de Salinas, e~ decir, los que, abusando de la condescendencia de los militares, se cstabun guapamcnte aquí, cuando en el Regimiento de América aparecíi'n como soldados sanitarios de Lccároz. Quedan aquí todavía reos del mismo cri– men los del Batallón de Montaña; dicen que van a ir en vacaciones..." 17 - Para estosdatos y las nota> de los cursos siguientes 'ease en el AHPCP los dos libros 111ulados· Curso de Trologia de 1897 ([y >iguocnles), y Curso de Teología Morttl . /9()() (y siguocnlc>l CrrJmco 11, 25 mayo 1938. Bll>tcn con estos detalles. mas en la Crónica hay otroscaso> de quic– ne' c>laban haciendo el milagro de btlt>eación. según el escritor.

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