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52 VOCACIÓN Y CAMINO (1913 -1942) Las asignaturas que se estudian son las que corresponden a la Filosofía (Lógica, Criteriología, Ontología, Cosmología..., Sociología) y otras que pueden llamarse Ciencias: Física, Química, Geometría. Como materia espirirual se estudia Ascética, y por lo demás se prosigue la formación humanística en lenguas: Latín, Castellano, Vasco para los vascoparlan– tes... No es que fr. Lázaro descuelle como una inteligencia portentosa; hay otros que en ocasiones le aventajan. Pero el libro de notas nos guarda el testimonio de haber obtenido durante los tres años y en todas las asigna– turas la califtcación de 4. Para ser preciso y para nuestra curiosidad, valga esta "Advertencia" que se incluye en la primera página del "Cuaderno de notas": "Las notas van indicadas con los números 1, 2, 3, 4 y 5, cuyo valor es como sigue: 1 suspenso, 2 aprobado, 3 notable, 4 meritissimus, 5 la mayor grande distinción"' 2 Fr. Lázaro no tuvo "la mayor grande distinción". Es un joven imeli– gcnte, salta a los ojos; con todo, su óptimo rendimiento académico nos invita, más bien, a pensar en el joven responsable que piadosamente se ha entregado de corazón al estudio, sin perder un tiempo precioso. En el Colegio de años atrás, desde 1914, se saca anualmente una revis– ta doméstica, reproducida con medios rudimentarios, tinta y gelatina. La revista se titula Ecos del Colegio. Allí encontramos algún pequeño trabajo de fr. Lázaro, que colabora como sus compañeros. La ilusión de una vocación misionera Pero en el Colegio se publica otra revista más humilde pero más emra– ñable, toda saturada de fervor juvenil. Se titula Por Cristo y por las almas y aparece el primer n(,mero en el primer año de fr. Lázaro, humildísima revista de un manojito de cuartillas cosidas con una grapa-remache. Son menudencias de un Colegio, que esconden fervientes ideales. En esa revistiw fr. Lázaro publicará más tarde (San Fidel de 1935) un informe sobre El Colegio de la Dolorosa ¡1ar las Misiones, y allí nos cuenta cómo nacieron esws páginas queridas. "La revista Par Crisco y por las almas. En 1932 llegó el primer número de Saulo, Javier, Adoáin, revistilla que tuvo el buen gusto de redactar nuestro amadísimo P. Cesáreo (de Legaría), que tan importante papel jugó en el ambiente misional del Colegio. Su lectu– ra sugirió espontáneamente la idea de fundar una revista misional entre los colegios de Filosofía y Teología. Sin más tardar, elaboraron el esrawto " Véase: Cmulemo de IlOtas de exámenes del Colegio de Filosofia (01lo 1909y ss), p. 3.

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