BCCAP000000000000132ELEC

Bien, $iervo bueno y fiel Pero interprete el lector el contenido... NIÉGUESE A SÍ MISMO (Mt 16,24) 375 No se trata de anular los valores per~onales, las propias legítimas aspi– raciones, la propia realización... En el evangelio las renuncias no son anu– laciones, sino liberaciones de todo aquello que nos sirve de impedimento para realizar el designio de Dios sobre cada uno, de tantos condiciona– mientos, sujeciones, dependencias, respetos humanos... Jesús quiere ayudarme a liberarme del proprio yo como centro de refe– rencia, colocándose él en su lugar, como él mismo lo ha hecho con el Padre. Lo que cuenta para Jesús es el designio del Padre, la volunrad del Padre, el reino del Padre, la gloria del Padre, la misión recibida del Padre... Y a mí me pide liberarme de mí mismo para colaborar con él en los intereses del Padre, de tantas ataduras que me impiden ser yo mismo, o sea verme a mí mismo como Dios me ve, proyectar mi existencia como Dios la tiene proyectada, respetar el espacio de Dios en mi mente y en mi corazón...; en una palabra, ser y sentirme libre. Estay a la puerta, y llamo (Ap 3, 19) Señor, desde la cima de mis 84 año; mi espíritu siente la neces1dad de experimentar ru presencia. Yo sé, por la fe, que me envuelve tu realidad inmensa, inasequible: me penetras, me sigues creando y salvando. En ti vivimos, nos movemos y existimos (Hch 17,28). Señor, tú me escudriñas y me conoces tú sabes cuándo me siento y cuándo me levanto penetras desde lejos mis pensamientos, me observas cuando camino y cuando reposo te son conocidos todo~ mis caminos... (Sal 138, 1-3). Pero ahora caigo en la cuenta de que, por much~ años, hemo~ cami– nado como dos desconocidos. Esa fe no ha sido vida en mí, sino má~ bien fórmula convencional. postura e imagen que había que mantener en vir– tud de mis funciones de director espiritual, de formador, de animador franciscano..., y en fuerza del concepto que la gente ~e ha formado de m f. Sobrio, por mi natural, en la comunicación horizontal de mis 1deas y sentimientos, ha sido para mí una necesidad, casi biológica, prodigarme en la enseñanza, en cursos y conferencias, ejercicios espirituales, y en escribir, escribir... Me he sentido realizado, útil y utilizado, con la con– ciencia de ofrecerte a ti, Jesús Salvador. que me llamaste, mi aportación personal a la obra de ru Reino.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz