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312 MISIÓN DESDE ROMA{1965 -1997) la larga lista de sus publicaciones, que se han ido completando después de su muerte, son imponantes las que uatan de la formación para la oración y las destinadas a las religiosas con miras al enriquecimiento litúrgico y evangélico de la espiritualidad claustral" 504 • El 27 y 28 de mayo de 1996, con motivo del centenario de su naci– miento, se celebró en Fabriano un congreso de estudiosos. Allí estaban, entre otros, el obispo de la ciudad, mons. Luigi Scuppa, el cardenal Pietro Palazzini, Prefecro emérito de la Congregación para las causas de los san– tos, que disertó sobre "El sentido eclesial y la fe de Madre Costanza", y e l P. Lázaro que habló sobre "Madre Cosranza, formadora y guía de sus her– manas". Había otros conferenciantes, casi todos ellos frailes capuchinos. Las Actas fueron editadas por las capuchinas de Fabrianoso 5 • ¡Quién era esta monja capuchina que iba camino de los altares? Agnesc Panas había nacido el 5 de enero de 1896 en un pueblo de Las Marcas, Alano di Piave. Siendo niña, sus padres con varios hijos hubie– ron de emigrar a América, en busca de fortuna económica para dar salida a la fam ilia. Agnese quedó confiada a los cuidados de un tío sacerdote, don Angelo Panas. A los 17 años era maestra de escuela elemental, muy dotada para este oficio, con cualidades destacadas en literatura y dibujo, sobre codo en el don del saber escribir, tanto que empezó a redactar peque– ñas novelas románticas y a empacharse de este tipo de literatura. Ese mundo frívolo de fantasías y devaneos le enfrió, sin que al exterior desdi– jera de lo que puede ser una chica normal. El año 1914, es decir, cuando ella contaba 18 años, hubo misiones populares, y aquí Dios le aguardaba con una conversión a la santidad por medio de un sacerdote, el oblato Luigi Fritz, que será su confidente espi– ritual de por vida. 917 canas enviadas en tres años a su director espiritual ames de entrar en el monasterio en 1917 y 531 siendo ya monja. Ya se ve que la pluma le venía a los dedos. De monja fue maestra de novicias y abadesa; tuvo el don de consejo, y muchas personas acudían a la reja -también sacerdotes- para escuchar a esta alma de Dios que resplandecía con la paz y la sabidurfa de los sanros. El P. Lázaro no fue el biógrafo de la hermana; lo fue don Gisleno Vitali, que desde 1974 se documentó cuidadosamente durante c inco años para »' Las Capucl1i11as: pasado y pre-sente, 237. ~ Atti del cmwegno <ii Sludi su/I(Jjigura di Madre COMOIIZU Pana. momica clurisa Cllppuccina. nel ¡acemenurio del/a 1Wsclla. Monaste,.o de/le Clorisse Coppuccíne. Fabrümo, 21·28 maggio /996. Fabriano, Monastero delle Clarisse Cappuccine. masgio 1997. 155 pp.

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