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250 MISION DESDE ROMA (1965 -1997) de 1974, fueron repasando y votando número a número lo que iba a ser el texto a presentar a la Santa Sede. En aquella memorable ocasión el Santo Padre Pablo VI recibió en audiencia a las Capuchinas. El texto en redac– ción latina se presentó a la Santa Sede, y fue aprobado "ad experimen– rum" por siete años el 26 de septiembre de 1975. Era el texto que iban a vivir las hermanas como texto provisional, difundido en las comunidades en siete lenguas: castellano, italiano, alemán, francés, inglés, holandés y polaco. En estos siete años de vida y experiencia l~s hermanas habían de ver si las nuevas Constituciones respondían al genuino ideal capuchino. Nuevas consultas antes de presentar el texto corregido para obtener la aprobación definitiva. Los monasterios hicieron sus observaciones con verdadero espíritu de responsabilidad y corresponsabilidad. Entretanto vino el nuevo Derecho Canónico, que requería reajustes en la legislación de los religiosos. Los plazos se fueron postergando. Incluso el nuevo minis· tro general creyó oportuno nombrar una nueva Comisión, concluida la tarea de la anterior, contando con los servic ios de dos canonisms. La nueva Comisión para presentar las Constituciones en su redacción defi– nitiva quedaba así: PP. Lázaro, Optato, Juan Dovetta, y los canonistas Anastasia Dish y Renato Gastaldi. Este grupo recogió todas las observaciones recibidas y modificó el texto de 1975 para poder entregarlo a la Santa Sede. El ministro general, P. Flavio, a fin de salvaguardar el criterio sumo de que son las mismas hermanas las que deben crear su propio texto presentó una consulta para que se votara en los capítulos conventuales: ¿Desea el capítulo que se rea– lice todavía una consulta a toda la Orden, antes de presentar a la Santa Sede el texto de las Constituciones, revisado por la Comisión! 48 monasterios deseaban nuevas consultas; )4 juzgaban que no era necesario; 1 se abstenía. Legalmente el P. General podía poner aquí punto final, dada la mayoría canónicamente absoluta. "Ante este resultado me he preguntado: ¿qué hacer! Me ha parecido mejor, por respeto a vuestra libertad y dignidad, más aún, un deber, que os compromel:áis hasta el fondo en la preparación de vuestras Constiwciones. Así pues, he pedido a la amorosa paciencia del P. Lázaro y de nuestros hermanos que forman la Comisión y que han trabajado con afectuosa diligencia sobre el mate– rial presentado por vosotras, la continuación del trabajo" 161 • "' Circular del padre mtnistro general. Roma 29 sept. 1984. Pax ét 8o11um 73 (oct. 1984) (6-8]. p. 7s.
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