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Capítulo XIV Por Santa Clara y las hermanas capuchinas Una encuesta al P. Lázaro El P. Lázaro, en el momento al que nos vamos a referir, era anciano y se acercaba a los 80 años. Entre tantos acontecimientos que han pasado esws años por e l calendario franciscano, se celebraba entonces el VIII centenario del Nacimiento de Santa Clara (1993-1994). Y con tal moti· vo el Hno. jesús Marfa Bezunartea, haciéndose portavoz de las clarisas capuchinas de México, le escribía al P. Lázaro (2 diciembre 1992), pidién– dole una entrevista para esta ocasión, entrevista como AfiO del Centenario. He aquí algunas preguntas y respuestas. ¡Qué imporcancia e influencia ha tenido Sanca Clara en su ~!ida personal como capuchino? Mi conocimiento de santa C lara era muy limitado hasta que comencé a estudiar el franciscanismo y, sobre todo, hasta que recibí el encargo de delegado del ministro general para las capuchinas. Fue entonces cuando escribí para ellas, y para todas las clarisas, primero en el Boletín del oficio de Asistencia y luego como libro Lerra y espírilll de la Regla de sama Clara. No sólo me sirvió ese estudio personal, - completado luego cuando tuve que dar el curso bienal sobre la espiritualid:Jd de Sama Clara en el Instituto Franciscano de Espiritualidad, para comunicar a los demás mi entusiasmo sincero por la Hermana Clara- sino que me ayudó a enrique– cer mi identidad franCISCana y capuchina, en una dimensión que me resultó en gran parte inédita. ¿Cuál sería, en su opinión el rasgo más relevante de sanca Clara para el hombre y la mujer de nuestro c.iempo?