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Consejero de la Orden. a la escuclla del Esplritu 217 "Las horas más consoladoras y fecundas del sexenio han sido para el ministro general las reuniones con el definitorio general. Tan estrecha ha sido nuestra colaboración, que al hablar en cierras cartas oficiales de 'Superiores generales', la Congregación de Religiosos nos advirtió que en la Orden no había más que un Superior general. Algunas de estas reunio– nes fueron particularmente entrañables: en San Elías, en Celle di Cortona, en La Yema, haciendo los Ejercicios espirituales, o dedicados a la oración en los tiempos fuertes o a una seria revisión de vida" 282 No es que el definitorio formara comunidad aparte en la Curia gene– ral, pero este equipo de trabajo, que se reunía habitualmente unas ocho veces al mes -con frecuencia faltaba uno u otro o varios, en visita a las provincias-, aglutinaba una armónica familia de trabajo y de idealesl8l. En el definitorio había dos profesionales del estudio y de la espiritua– lidad franciscana: Optaco van Asseldonk y Lázaro lriane. No creo que nos equivoquemos al decir que ellos dos fueron el alma de los documemos espirituales que en aquel sexenio se trabajaronl 84 Los dos vibraban al uní– sono cuando se trataba de apuntar hacia lo que debía ser el centro de la renovación: el Espíritu del Señor y su santa operación 281 • "' AOFMC92 (1976) ISS. "' El pequeño curriculum que traza el perlil biográfico de cada uno de los definidores véase en AOFMC86(1970) 183·187. "' Nos placeseñalar que el hoy casi nonagenario P. Optato (*1909) escribió en este sexenio pági· nas dclicadisimas en Analecta Ordinis sobre las Constituciones y el espíritu de San Francisco. siendo así que la revista no es en rigor de estudio e invesligacioncs, sino de documentación oficial de la Orden, claro indicio de que esos anículos fimtados eran como una ofcna oficial que se brindaba a los hem1anos en el camino de la renovación.. Véase: De genuino sensu nostrarum Constitutiomun 87 (1971) 106·110: Jlita nostra ew:wgelica sequendo vestigio Christi 87 (1971) 174-180; Jlita nostra evongelica enfraremitare 81 ( 1971) 242·249.222 "' En un diálogo fraterno del que tuve la gracia de disfrurar en la habitación del P. Optato. en Roma (7 febrero 1998) él hacia not1r que en nuestras Constituciones se habla hasta siete veces del Espíritu del Señor como alma de nuestra vida."Es una frecuencia casi extrema -decfa-. ¡y esta es una característica del capuchino" "Los textos los tengo anotados -continuaba· y son éstos: 38.1: 44.4; 45,&; 46,5; 144,4; 167.5; 173.2". Era algo que le sorprendía yle deleitaba. - Sobre el sentirde Optato van Asseldonk en este tema nuclear véase el texto de una conferencia pronunciada el S de octubrede 1975, en Bélgica. para religiosos y laicos del movimiento franciscano. publicada como El camino de Francisco en/a actualidad, en: Estudios Franciscanos 11 (1976) 267·289; recogida como: La actua· lidaddel camino de Francisco y sus razones. en: Seleccionesde Franciscanismo 6 ( 1977) 41·66. Del mismo autor: LoSpirito Salllo11egliescrittie nel/a vitadi Santa CMara, en: Fonna Saronmr 15 ( 1978) 24-37; El Espiritu Salllo en los escritos y en la vida de Sama Clara, en: Selecciones de Franciscanismo 7 (1978) 221-232; más sintético en Laurentiamrm 19 (1978) 145- 155. Posteriormente véase la colección de sus artículos en tomo aestos temas: O. VAN ASSELOONK. Lettero eSpirito. Temi di spirituaUtá e tli st01ia francescantl. 2 vol. Roma,. 1985. (Collana "Dirnensioni Spirituali"), vol. 1674 pp.. vol. 11 733 pp.

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