BCCAP000000000000132ELEC
186 MISIÓN DESDE ROMA (1965 -1997) Hubo 40 participantes para el diálogo y convivencia y compartir la mesa, que brindó el P. General. "Todos quedaron muy comentos", dice el Rector 102 • Revuelo en el Colegio (abril 1966) Celebrada la Semana Sanra y Triduo Pascual en el Colegio, el P. Rector había acudido en la semana de Pascua a un Congreso que se cele– braba en Ará.nzazu, entre menores y capuchinos, una "Convivencia de educadores franciscanos" del !! al 15 de abril de 1966 20 }. A su regreso al Colegio vio que algo desagradable había ocurrido, que pedía su intervención como Rccwr. Quedó constancia en la Crónica del Colegio, y no como simple apunte de un "pro memoria", sino como epi– sodio que merecía referirse con cierra extensión. El 23 de abril escribe: "Esws días se ha producido un suceso molesro en nuestro Colegio, a causa de unas propuestas difundidas por seis padres esrudianres corno materia de discusión para la vida del Colegio y como criterios enderezados a toda la O rden. Al volver de España el P. Rector y ver el texto de las propuestas, redactadas muy a la ligera, y con resabio de algunas ideas erróneas, mandó interrumpir las reuniones comenzadas en grupos, e inició un diálogo con los aurores del escrito, poniendo el asunto en conocimiento del Rdmo. P. General, a quien ya había llegado una acusación anónima. Fue grande la repercusión extema de este incidente y se originó un no pequeño escán– dalo. Los autores de las propuestas reconocieron su imprudencia, y en carta dirigida al P. General presentaron explicación satisfactoria, exponiendo la ,., Véase C/uvuica. 24 nov. 1966 (p. 219). :. 1 La cr6nica de esta convivencia. con la mención del programa dc-$(·m·ollado, fue escrita. por el autorde estas páginas: Convil•encia de etlucatloresfronciscanos. Aránzazu. 11-15 abri/1966, en: Bol. 0/21( 1966) 104-105, remitiéndose al número especial de Cantabria Franciscana,donde iba a ápá· recer recogiendo el conlcnjdo de las intervenciones. Al principio de la crónica se dice: "La idea ori· ginal de una convivencia de franciscanos y capuchinos para tratar pl'oblcmas de educación p._'lr1ió del padre Lázaro de AspurL, quien la expuso amistosamente a los padres franciscanos\ siendo todavía 1naestro de novicios en Sangüesa. El propósito recibió la aprobación entusiasta de los dos respectivos padres provinciales. Se trataba de junmmos unos dias fraternalmente franciscanos y capuchinos de esta región del norte para meditar en común y dialogar sencillamente sobre la respuesta franciscana que se nos pide en esta hora del aggiomamemo de la Iglesia. •y esta respuesta -decia el programa– no tenemos por qué pedirla prestada, sino que la hemos de hallar en nuestro fidelidad a la vocación y en la vitalización de nuestra espiritualidad. Pero corremos el peligro de sufrir una dcsoricn1ación la1al por f.1lta de claridad y de seguridad en nuestra trayec1oria. La desorientación es un hecho ya muycom– probado. hechoque 1amentan muchos de nucsrros educadores. que se preguman angustiosamente ante las nuevas exigencias de la vida del mundo y de la Iglesia: ¿cómo fom1ar hoy para la vida francisca– na y pam la acción rranciscana?' (/. c.). El tema tratado porel P. Lázaro sobre La castidadporel Reino de los cielos véase en Cuadernos 1/e C(lnWbria Franciscana 1967. 59..62.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz