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170 FORMADOR EN LAPROVINCIA(1942-1965) Sigan los novicios: hermano Marcelino Jiménez Sin que nadie se lo hubiera pedido el Hermano Marcelino Jiménez, de la provincia de Valencia, novicio del segundo año del P. Lázaro escribió un testimonio que le salió del corazón y tenfa que decirlo: Al hermano Lázaro lríarce, al que nunca podré olvidar.'H * * * El hermano Lázaro fue para mí la persona adecuada en el momento más crítico de mi vida. Él como nadie supo orientarme y darme confian– za en mí mismo, confianza que sigo teniendo y potenciando. Mi cariño hacia él fue creciendo cada vez más y, a pesar de la distancia, siempre lo sentí cercano. Siendo él rector del Colegio Internacional de Roma, nos comunicábamu:. pua carta muy a menudo; en un:l de es:l.S cartas me m:mcló la Bendición de Su Santidad Pablo VI; fue para mí una alegría muy gran– de y aquel mismo clfa le escribí para manifestarle mi agradecimiento por semejante detalle. Siendo un hermano muy ocupado, siempre me dedicó el tiempo que le solicitaba. No me cansaré de dar b>Tacias a Dios por haber puesto al hermano Lázaro en mi camino y haber podido disfrurar de rant~ cosas buenas que renfa: su s:~ber, su capacidad de orientación no sólo en lo religioso sino en otras facetas del ser humano, sus cartas, sus libros, su espiritualidad y su gran vocación de llermano Capuchino y Sacerdote. El hermano Lázaro tuvo muchas y acertadas deferencias conmigo; una de las que más han hecho mella en mi vida ha sido la de su amistad incon– d icional. Esta amistad se ha puesto de manifiesto en varias ocasiones. Recuerdo que por el año 68, el hermano tenfa que viajar a España y me comunicó que estaría unos días en Pamplona y después regresaba a Roma. Me alegré de la noticia. Le escribí manifestándole el deseo de verle y hablar con él; por aquella época el tiempo no corría ni mucho ni poco a mi ¡:avor. La cultura de viajar no estaba al alcance de todos. No obstame el encuentro se realizó gracias a que el hermano Lázaro se hizo cargo de todos los gasros. Estuve día y medio en Pamplona y, a pesar de los múlti– ples compromisos que tenía con frailes y monjas, en todo momento me sentí atendido, y lo que no hablamos de día lo hablamos de noche. . ~. liNO. MARCE!LINO JIMI':Nt~Z. Al ltermano Lti:mv b·iarll', al t¡tte mmct1 podré olvidar, en Bolrlin lnformatii'O (OPI) n. 461,24 diciembre 1997. pp. 750-751. - El mismo lesumonio fue publicado en el bolrtin infonnati'o de V3len<:ia.

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