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158 FORMADOR EN lAPROVINCIA(1942-1965) Pamplona. Con los misioneros expulsados de China. Dic~bre de l953. El P. Lázaro, que entró en profunda comunicación algunas religiosas que le pidieron dirección espiritual, subraya el tratO que ha tenido con las Hospitalarias... Pero por aquellos años le nació una especial simpatía o querencia por las Terciarias Capuchinas. Aquí debemos detener nuestro relato, escuchando lo que escribe años después, desde su pupitre de rector del Colegio lnternacional (1965). Por encargo de las terciarias capuchi– nas escribirá en su día, como detallaremos en su momento, la historia de la Congregación. Las terciarias capuchinas de Burlada tardaron un poco más en acudir a mí, pero después me ocuparon en gran escala. Mi primer contacto fue muy curioso: una comedia que les hice sobre el Padre Fundador. Me salió hasta buena. La representaban las novicias. Yo asistí a algunos de los ensayos, como era natural, y luego al estreno, sentado entre las superioras de la prov inda. Me divertí mucho con las que hadan papeles de frailes, con su buenas barbas pegadas a los rostros de las novicias. La que hacía de pro– tagonista estaba muy posesionada, romando un aire de Padre Fundador muy en su punto. Hubo momenros muy dramáticos en que muchas reli– giosas lloraban. Al final habfa una gran apoteosis escénica mientras se cantaba el himno de la Congregación. Después supe que mi comedia había recorrido todas las casas de las cuatro provincias. En Burlada llegué a dar varias tandas de ejercicios: a las religiosas, a las novicias, a las superioras de la provincia (tres años seguidos); di además algunos cursos de espiritualidad, los días de retiro mensual durante varios