BCCAP000000000000132ELEC

14 INTROOUCCION con él pudimos tratar muy de cerca en el cuatrienio de los estudios de Teología (1956-1960). 2. Cada religioso tiene en el Archivo Provincial su carpeta personal, en donde obra su documemación civil y eclesiástica, y adonde eventual– mente van a parar cartas dignas de recuerdo, crónicas y sucesos relacio– nados con la persona. 3. Pero ahí están también en el Archioo Histórico de la Provincia la varia– da docwnentaci6n de la vida provincial donde se pueden encontrar las Crónicas de los Colegios, los libros de calificaciones escolares, las revistas que encauzaban los ideales de nuestra juventud; y en fin, lo que se escri– be por múltiples asuntos, que se estima digno de conservarse. En nuestra provLncia religiosa existe desde 1946 el Boletín Oficial, verdadero depósi– to de la documentación más importante de cu~nto acontece entre nos– otros. Fue el P. Lázaro el primer dtrecwr del mismo. 4. El P. Lázaro fue rector del Colegio Internacional de la Orden ( 1965- 1970). El archivo del Colegio, como lo veremos en su lugar, es en estos años tambtén cróntca del P. Lázaro, [Q mismo que la rcvbt<t intemaciunal de la Orden, Analecta Ordinis Fratrum Minorum Ca¡)llccinorum, nos dará el reflejo de determinadas actividades de nuestro biografiado. • Para los años en que ejerció sus servicios a las Monjas Capuchinas e Institutos agregados a la Orden como "asistente" espiritual ( 1970-1989), el boletín Pax et Bonum, por él iniciado, nos suministra riquísima información. 5. /...a.s obras del P. Lázaro son testimonio de primera categoría para su propia historia. El P. Lázaro está en sus obras, las cuales por otra parte tejen un itinerario de vida. *** A todo ello hemos de añadir otros datos muy importantes. Al tiempo de la muerte del P. Lázaro fui encargado por el ministro provincial, P. Eleuterio Ruiz, para recoger la habitación del hermano difumo y dis– poner ordenadamente carpetas y libros para el uso que se debiera hacer. El hermano provincial propiciaba, igual que otros hermanos, que e per– petuara con una biografía la presencia de nuesrro querido P. Lázaro. Con sumo respeto cumplí la encomienda que se me hizo y con esta fina lidad estuve en Fra cati del 3 all O de febrero de 1998. El P. Lázaro guardaba sus carpetas muy bien ordenadas. Había destruido -ignoramos cuándo- sus notas espirituales. Se iba desprendiendo de casi toda la correspondencia espiritual que recibía; pero con mimo de historiador había compuesto

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz