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El corazón de la mujer 149 Este preámbulo ministerial nos sirve para un colofón, para decir cómo aparece la mujer en el ámbito de la vida del P. Lázaro. El sacerdote cono– ce en profundidad a la mujer desde la vertiente del ministerio, del confe– sonario y de la d irección. Presencia de la mujer Tocamos el punto más revelador de la vida del P. Lázaro: la mujer. Son cosas que en la vida no se airean, que se intuyen muchas veces, y que en rodo caso hay que protegerlas con la discreción, el pudor y el silencio. Nos asomamos al santuario de la persona, a la estancia de su propia intimidad, que uno puede abrirla o guardarse la llave. Cuando el P. Lázaro ha pasado ya la barrera de la eternidad y llegan a nuestro conocimiento páginas muy personales, entonces descubrimos, sí, que en su itinerario personal la mujer, por vía espiritual, fue el punto de su sazón humana y el espacio de su plenitud. Las viejas Constituciones capuchinas, vigentes hasta los años del Concilio, tenían un número muy receloso con respecto a la mujer, que fue escrito en siglos pasados y se mantuvo hasta los nuevos cambios. "Recuerden -decían las fervorosas Constituciones capuchina de 1536- el memorable ejemplo, que se lee en nuestras crónicas, de aquel santo her– mano que, quemando un poco de paja, dijo: La ganancia que tiene la paja con el fuego es la que riene el religioso, siervo de Dios, con las mujeres".,6< El P. Lázaro encontró, por gracia de Dios, el corazón de la mujer. Y lo enconrró providencialmente asomándose primero al corazón de la mujer caída, el hermoso corazón -tantas veces- de la mujer cafda. Luego vio el corazón de la mujer consagrada. Hubo en especial d iversas almas que se le confiaron totalmente, y hubo marices de amistad, de confidencia espiri– tual, según hemos sabido, que rebasan la pretensión de esta biografía, cuyo dintel no podemos traspasar. Ypuesto este enfoque, nuestra redacción va a ser muy simple. Se trata de dar preferencia a la crónica confidencial, en la que el propio autor recuerda sus ministerios con grupos femeninos. ,.., Constituciones capuchinas de 1S36, n. 137. Estas Constituciones de alto valorespiritual. reno.. vadas en distintas ocasiones, han marcado el estilo de la Orden, y por lo que respecta a Ja sentencia citada, así se mantuvo, hasta la revisión que se hizo en el postconcilio (1968).

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