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122 FORMADOR EN LA PROVINCIA (1942-1965) Para nosotros, capuchinos, esta observación del Conde de Rodezno tiene una lectura significativa. No era la historia civil del ilustre soldado, tan gallardamente pintado con sus arreos y condecoraciones, lo que inte– resaba al P. Lázaro, sino más bien, lo otro, el espíritu misionero de un seguidor de San Francisco. El P. Lázaro pudo haber sido un buen investigador de la historia misio– nal -tema que encuadra su tesis y esta obra-, pero tenemos suficientes indicios para pensar que hizo una opción consciente y seria, para dejar este terreno de investigación y centrarse en dos parcelas: la educación y sus trabajos en el área de la espiritualidad franciscana. Renuncia a ser his– toriador de oficio y encauza su vida por otras rutas. Aquel año de 1951 le ofrecía una oportunidad especial. El P. Tarsicio de Azcona, al que él había introducido en los estudios históricos'", volvía de Roma e iniciaba su andadura de profesor en el Colegio de Teología de Pamplona. Desde esta fecha el P. Lázaro no explicó histoda. Sus clases las recogió el P. Tarsicio. Llegó el capítulo de l 51 Este capítulo tiene su importancia en la vida del P. Lázaro, porque a raíz del mismo volvió a ser nombrado Direcror del Colegio y en tal pues– to permanecerá cuatro trienios consecutivos hasta su marcha al novicia– do. Y significativo también para él por todo lo que allí vivió. * * * En ese capítulo de 1951 tuve yo voto por primera vez como discreto conventual. Por tercera vez el grupo de mis entusiastas luchó por sacarme Definidor, pero también por tercera vez fui derrotado. Mi experiencia de aquel capítulo fue muy amarga. Vi de cerca los manejos, las ambiciones, las miras humanas aun de muchos que para mí eran hombres de prestigio. Vi también la maniobra poco noble para hacer fracasar mi candidatura (era verdad que yo quería ser definidor, aunque directamente ni indirec– tameme no hice nunca campaña en mi favor; lo deseaba para hallarme más seguro en mi labor con los estudiantes y para influir en la marcha de la provincia; la dignidad me interesaba poco). '" El 1'. Tarsicio de Azcona. recordando el método activo que empleaba el P. Lázaro J>am lanzara los alumnos al trabajo personal. dice que fue por motivo de un trabajo que él hizo sobre LA Escuela catequética de Alejandría y .su implicación en las /ucJUls tlogmiJticas que el P. Lázaro se fijara para presentarlo como su futuro sucesor en la cátedra de bjstoria.

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