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108 FORMADOR EN LA PROVINCIA Algunos Padres (especialmente el R.P. Gumersindo de Estella y el M.R.P. lldefonso de C iáuniz) 99 andan a la caza de defectOs, exagerándolos y aun inventándo los, para criticar la conducta de los colegiales y des– acreditar a su P. Director. Fundándose en defectos y falcas particulares de algún colegial, fomen– tan un ambiente de prevención conrra el Colegio con frases como éstas: Esw hacen los cariseas; así los fonnan ahora; y no contentos con hablar así dentro de casa, lo hacen en otros conventos y aun fuera de la O rden; sien– do así que esa fa lta, no siempre de trascendencia especial, la ha cometido un solo corista, o son ligerezas que no se pueden evitar entre jóvenes. Los coristas, a veces culpables, otras inocentes totalmente, mal mira– dos por la Comunidad, murmuran más de Lo debido y se fa lta a la caridad en más de una ocasión. En resumen: lejos de vivir santamente vinculados por los lazos de la caridad fraterna, vivimos muy separados del verdadero espíritu de unión esencial a toda vida de comunidad y de perfección. Confesándonos los primeros culpables de muchos defectos, creemos obrar rectamente al señalar como foco principal de estas disensiones el proceder del R.P. Gumersindo y del M.R.P. lldefonso, por lo que juzgamos que se ponga remedio a estas necesidades, a fin de evitar mayores disgus– tos y choques en lo sucesivo. 2. Siendo los buenos ejemplos de observancia el a limento cotidiano en la formación de los jóvenes que aspiran a ser dignos sacerdotes capuchi– nos, es de lamentar la falta total de observancia que reina en esta Comunidad. Salvo contadas excepciones, dignas verdaderamente de encomio, la observancia regular, especialmente la asistencia al coro, no puede ser peor cumplida, a pesar del celo y buen ejemplo del R.P. Guardián"JO. 3. Actualmente se nora en el Colegio un alto espíritu y entusiasmo de formación integral. Creemos que no pueden ser más altos estos ideales apostólicos y sacerdotales; pero se notan también deficiencias en la for– mación espirirual, o mejor en la vida espiritual. Esto se debe, según el parecer de todos -el mismo P. Director Lo ha notado en público-, a la falca de buenos directores espirituales. " El P. Gumersindo de Estella ( 1880-1974) tenia a la sazón 67 años. hombre célebre en la Provincia y benemérito, sobretodo. porel entusiasmo por la causa de beatificación del Padre Esteban de Adoáin, de cuya causa era Yiceposmlador (véase a propósito Bol. Of 3,1948,51). El P. lldefonso de Ciáurriz (1871-1954) era una figura prominente en la Provincia, cuatro veces provincial. "" Este era en aquel trienio ( 1945-1948) el P. Jerónimo de Egiiés.

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