BCCAP000000000000132ELEC

La pnmera época de Pamplona (1942-1948) 105 cosas no iban bien, y no me resignaba a que el espíritu del colegio des· cendiera. En realidad descendió. El grupo ml\yor siguió dirigiéndose espiritualmente conmigo, pero quedaba un sectOr inco ntrolado, sobre e l que tampoco tenía influencia el P. Direcwr. Y es que el P. Ricardo c:oty(~ pronto en la cuenta de que su tiempo había pasado; no volvió a adquirir el tino que había tenido antes y acabó por reconocer que estaba fracasan– do. Terminado el trienio, presentó la renuncia y pidió que volviese yo a ser nombrado Direcror. Yo a mi vez dije que no aceptaba si él no vcnfa como Guardián (era al mismo tiempo definidor). Los dos segufamos comprendiéndonos muy bien. Así sucedi.ó. Aguas revueltas en el Colegio (1948) Lo que acabamos de transcribir vamos a presenciarlo a l vivo, acudien– do a documentos que se e:.cribieron por aquella fechas de 1948, al final del trienio de director. El capítulo provincial se había de celebrar en San Antonio de Pamplona, comenzando el 13 de julio. Dos días antes, el 1 1 de julio, fr. Lázaro de Aspurz, d irector del Colegio de Teología, se dirige al M. R. P. Provincial y Definidores, a los que habían de salir elegidos en este capírulo 96 • *** Me creo en la obligación de informar a VV. RR. sobre algunos puntos que me competen como Director de esre Colegio, a fin de que mejor pue– dan acerrar en lo que arañe a la buena marcha del mismo. 1) Ante todo les manifiesto que estoy muy dispuesto a ser sustituido en el cargo si así lo juzgaren conveniente para el bien del Colegio; será para mí más agradable, y seguramente más útil para los coristas el continuar trabajando por la formación de estos jóvenes en mi puesto de simple pro· fesor. Yo apuntaría como el más a propósito para Director de este Colegio al M. R. P. Provincial saliente, caso de no ser reelegido. 2) La dificultad principal que yo he hallado para la marcha del Colegio en estos tres años, y c reo que viene de muy atrás, es la fal ta de compene· tración existente entre el Colegio y los demás miembros de la Comunidad; lejos de considerarse todos solidarios de la formación de los jóvenes y como interesados en las cosas del coristado, parece que lo con· sideran como un peso, un apéndice molesto a la comunidad: todo lo que " Véase el documento en el AIIPCP. lcg. Asuntos provinconles.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz