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152 - r\ qué vamos á jugar? Al monte. Como usted quiera. Muchacho, trae una baraja. Echemos , cvmpal'íeros. Los dos primeros reyes serán compai1cros. Hemos caído los dos, Don Alejandro y yo. A cuánto el juego? A medio real. Es mucho. Señores; les deseo á uste– des mucha suerte. Yo soy mano. · Barajen ustedes bien, por– que las figuras están juntas. Yo tengo una carta menos. Anong sugal? Sa monte. An boot mo sana. f:\luchacho, darha digdi sa– t rong baraha. Quita magiriba. { An duang naenot na hade macaibahan. { Nadaog caming dua, si D. Alejandro patín aco. Mangurano an pusta? Manicaualo. Dacol. [Sei1ores; linalaom co camo l na macadaog. Aco mano. Jlsocsoc mo nin mara y, t~ 1 an ga_b?s na figura nag– l cacatmpon. J Aco .igua nin sarong bara– hang culang; nagcoco– .\ lang aco nin sarong ba– raha. TEMA 45· Yo confío en D. Félix de La Huerta, porque es un buen cristiano, y además porque obras son amores y no buenas razones: como decía mi buena abuela, que en gloria haya.- Esta es mi re5la de conducta, decía un guason: nunca fío de los que no se confie– san. -· Por qué? replicaba el otro su compañero.-Los cristianos deben confiarse mútuamente como Cristo nos enseña. Cuando nació Jesús su Madre le puso en un pesebre.- En las conversaciones es muy conveniente intercalar ele vez en cuando algunas cosas alegres.– La hiel. -Tú me buscabas á mí, yo te buse · ba á tí,
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