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El Padre Adoain en el Apure 77 cunayiche y Carcanaparo. Todos desembocan en el 01·inoco. Hay brazos, como el Apurito, que sale del Apure y pasa por Achaguas; el Canovero, el Rosita, el Charretelo, que salen del Arauca. Todos. son navegables y suben desde Angostura a San Fernando. <<Todos los ríos son abundantísimos en pescado, pero es pes- cado muy P.eligroso, produce fiebres. . «Las márgenes de estos ríos son peligrosas. Se hallan muchí– simos caimanes de diez y doce, hasta quince varas. Son muy afi– cionados a la carne humana. Todos los años suceden desgracias. «Se hallan unas culebras que llaman traga-venados; están esperando donde ~1 ganado vacuno va a beber; y cuando están be– biendo, les hacen presa en l'os hocicos y enroscándose en un palo, sujetan al toro más bravo. «Se encuentra un pez que llaman bayo, cuya figura es como una torta redonda, y atrás lleva una sierrecita, con la que daña y causa los más intensos dolores, tanto que parece que uno va a desesperm·se. Hay otro llamado carob~, es pequeñito, pero ·basta oue uno de ellos le pique al hombre pa1:a que se reunan miles de ellos; en menos de diez minutos lo dejan en esqueleto. «Es digno de estudio el que llaman temblador, que basta que uno 1~ toque, aurique sea con una vara, para que todos los que ~stán en contacto con él, principien a temblar hasta caer en tierra. Cuando Morillo fué al Apure, no quería · creerlo, hasta que. hizo la •experiencia con una compañía de soldados y los vió tendidos. en el suelo. .Su carne es blanquísima y he visto que la comían». Nuestro misionero no quiere dejar de consignar en sus apuntes otras noticias cori el fin de dar a conocer la topo– grafía del Apure y algunas más acerca de la faun,a. «El terreno nada tiene de pjntoresco, por ser todo llano como una sala; solo sí un grande bosque, el de San Can;tilo, que linda con la Nueva Granada. Es todo virgen. Hay muchos animales da– ñinos, como el tigre, el tigrito, el leopardo, el oso., etc. El tigre hace 1nucho mal en el ganado vacuno, y también suceden muchas desg¡·acias con las personas, sobre todo en caminos no frecuentados_. «Los .animales de caza son muchos. En especial el venado y el vaquizo, se encuentran a cada paso eri grandes rebaños. «Existe en este país el mapurito, que cuando se ve acosado por el cazador o por el perro, suelta un gas mefítico y con esto ahuywta al cazador, al perro y a cuantos se presenten, porque en el radio de una ·milla nadie puede aguantar el olor pesado. <<Hay infinidad de aves, como la gasia, gasia morena, gasia Manca. Se dejan ver en las orillas de los ríos como rebaños de ovejas. Tienen un pico muy largo y se mantienen de la pesca. El pato real; el guiriguire, que es como un gallo; el zamuro es como el cuervo, pero es muy asqueroso. Hay castigo para el que lo mate, porque limpia las calles y solares de toda inmundicia, mejor que una escoba. Hay miles de loros y periquitos, que ha!'en mucho daño en' los conucos y maizales. Son tantas y tan diversas. las aves, que los mismos na1¡urales del país, no saben como se· llaman.

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