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Continúa la restauración de la Orden 471 que tengan cada una de ellas su Vicario Apostólico, que las gobierne con independencia del Superior General (1). No se le ocultaba al Papa que semejante disposición podía acarrear graves consecuencias; y para prevenirlas o aminoradas, añadió en la misma Bula una nueva conce– sión: Considerando, dice el Papa, que casi todas las Orde– nes Religiosas de España han alcanzado mayor florecimien– to numérico que en cualquiera otra nación, se les concede el derecho de alternativa con respecto al cargo de Superior General de toda la Orden, es decir, que una vez el Superior General será español, con residencia en España, y otra. vez será extranjero; y así indefinidamente_ Pero llegada en España la época lamentable de la re– volución de 1335 y dispersos los rehgiosos y suprimidos los Conventos, la Santa Sede hubo de introducir una modifi– cación. Por decreto de la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares (13 Marzo 1838), se dispuso para los Capuchi– nos españoles, que fueran gobernados por un Comisario Apostólico españoL el cual sería siempre designado por di– cha Sda. 'Congregación (t )_ Y por el mismo decreto fué nom– brado el Padre Fermír.. de Alcaraz primer Comisario Apos– tólico con facultades análogas a las de los antiguos Vica– rios_ (3) Los religi6Eos de más elevado espíritu. aunque acata– ban este estado de cosas, anhelaban vivamente la unión con Roma, porque no desconocían que la Santa Sede lo toleraba pro bono ~acis- Al comenzar nuestro Padre Esteban la restauración de conventos en España, se convirtió en paladín de la supre– sión del Comisariato, abogando por la unión con el Padre General. Ya por los años de 1861. hallándose en la Antigua Gua– temala, exponía su modo de pensar al Padre José de Lle– rena que entonces era Procurador_ Comentando una carta del Padre Lucas de Olejua que desde Navarra se lamen- (1 ) Bullarium O_ M_ Capuccinorum. Todo IX, p. 291. (2) Bullar. Cap. Tomo X, pág. 64. (3) El P. Fermín de Alcaraz, del que ya tienen noticia nues– tros lectores, sustituyó al último ' Vicario y General de la Orden P. Juan de Valencia. Sucedió al P. Alcaraz, el P. Joaquín de Ma– drid en Abril de 1860; el cual fué sustituído por el P. José de Llerena en Abril de 1872.