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Continúa la restauración de la Orden 469 Abril 1880. <Pienso pasar a Madrid después de la fiesta <!el Corpus, .a ver si puedo conseguir algo acerca de la exención del servicio militar. Desde Madrid iré Dios me· diante a León, porque el Sr. Obispo de aquella Diócesis me ha escrito que nos tiene ya preparado el convento que fué de los Observantes. Me ha remitido una reseña de 1os copiosos frutos de la misión que allí han dado tres Pci– ·dres del Convento de Montehano». (lbid.) El Venerable Padre no se dr1ba punto de reposo. Nin– quna Orden religiosa logró tanto número de casas en· un -año. Otra gloria queremos vindicar a favor de este hombre <le voluntad férrea: la supresión del Comisariato Apostólico de España. !?unto es este de capital importancia. Desde el año 1804, las Ordenes religiosas de España :formaban una jerarquía nacional casi independiente de los Superiores Generales de Roma. . . ·¿A qué obedecía esta situación canónica tan anormal? Fué una exigencia del rey Carlos IV, que la expuso al Papa ·Pío VII. basándose en las graves deficiencias que decía bailar en las Ordenes Religiosas. Mas para formar concepto cabal de este asunto, hay que dirigir la vista más atras. Y nos interesa conocerlo bien, a fin de aquilatar el mérito <le! Padre Adoain. Ya en tiempo de Carlos III huno intención de realizar un plan semejante. En la Instrucción Reservada que se dió ·a la Junta de Estado creada por Real Decreto de 1787, se le ·encarece el cumplimiento de trescientos noventa y cinc;o .Artículos, siendo el quince del tenor siguiente: •La 'tercera pretensión con la Curia Romana podrá ser la de reducir todas las familias religiosas a una disciplina más conforme a su i¡;J.stituto y al bien del Estado; y obtener que todas tengan superior nacional dentro del reino, el cual pueda ser responsable de ~us negligencias y relajaciones, evitar viajes a país extranjero con motivo de recursos y Capítulos y tener amor y celo por mi servicio y por el bien de la pa– tria•. En este artículo se ve bien clara la intención que abrigaba Carlos III por inspirac10n del Conde de Florida– blanca autor de los Artículos. (l) (1) Biblioteca de Autores Españoles: Ribadeneyra, Tomo· 59, p. 215. j

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