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468 El Padre Esteban de Adoain y no cantado. Además quería actuar como Superior locat sin dejar margen al Padre Guardián para gobernar la Co– munidad y la Casa. DisgUstos de parecida índole turbaban la Comunidad de Masamagrell (Valencia). El pacientísimo Padre Esteban hubo de ser el ángel de la paz en aquellos difíciles días de la restauración. De Pamplona salió el 15 de Noviembre y se dirigió u Andújar para ver el antiguo convento y rescatarlo. Nada pudo hacer, porque el propietario del edificio que era un señor marqués, le dijo que lo había enajenado y que se hallaba en poder de los Padres Paules. El día 29 de Enero (1880), asistió en Cádiz a los solem– nes funerales del Excmo. Padre Félix Arriete, Capuchino, Obispo de Cádiz. Y pocos días después estaba en Lucena, para ponerse al frente de las obras de un convento que se iba a habilitar. Con fecha 28 de Enero escribía a su her– mano: «La semana entrante me irnsladaré a la ciudad de· Lucena para estar al frente de la nueva fundación. Lucena es una ciudad de unos treinta mil habitantes, la primera· después de Córdoba, que es la capital de la provincia.. .• En otra carla comunicaba al Padre Comisario: «No ig– nora V. Rvma. el grande empeño de toda la ciudad de Lu– cena por nuestra fundación. Dofla Clara Cortés es la que ha comprado el solar que fué de monjas Dominicas; y el lO del pasado mes de Enero se hizo la escritura, quedán– dose ella propietaria y sin gravamen para la Comunidad. La iglesia que nos cede el Obispo está dedicada a Santa Ana». (l) Trabajó también por rescatar el convento de Marchena; pero fracasó su intento, porque «aunque toda la villa de-– seaba una Comunidad de Capuchinos, el Clero se opuso contestando al Gobierno que no convenía la restaura– ciÓn >. (2) No podemo3 resistir el deseo de transcribir lo que co– municó al 'Padre Provincial de Navarra con fecha cinco de entonces vivió en Comunidad con varios compañeros durante algún tiempo. Al lograrse la aper tura canónica del convento en 1879, el Padre Juan creíase con derecho a ser el árbitro de la casa, de los que la ocupaban y de la norma de vida que deber ía adoptar se. (Tes– timonio verbal del Padre Santiago de Guatemala que f ué incorpo– l'ado a aquella Comunidad en la fecha a que nos referimos). (1) Car ta 28 F ebr ero, 1880. (2 ) La misma carta.

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