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CAPITULO XLIV MISIONERO Y VICE-COMISARIO 0878-1879) MISIONES DE ARACENA. MARCHENA, LEBRI)A Y PARADAS: ~ LA FAMOSA APOSTROFE DE LORA DEL RIO. ~ NUEVO CRISOLOGO EN FUENTES.~¿UNA PROFECIA?-·ES ELEVADO A NUEVAS PRELACIAS.~LA OBRA DE LA RESTAU. RACION.~APERTURA SOLEMNE DEL CONVENTO DE PAMPLONA P OCOS meses después de abandonar su Guardianíc;r. fué elevado el P. Esteban a cargos de mayor responsabi– lidad: Comisario Provincial de Andalucía y Vice-Comisario– de los Capuchinos de España. El .buen Padre huía de las. Prelacías; pero las Prelacías le perseguían sin tregua. Sigamos por ahora al Misionero. Cerró el ciclo de las Misiones de 1878 con las de Aracena y Marchena. Salió de Sanlúcar el 27 de Noviembre, llevándose como auxiliar al P. Icaquín de Llevaneras, que aunque muy joven, se reveló como orador de gran unción evangélica. Pernoctaron en el Seminario de Sevilla; y el 28 a las seis de la mañana reanu-· ciaron su viaje llegando a Aracena a las siete de la tarde. La conmoción que causaron ambos misioneros fué generaL no sólo en la población. sino en toda la comarca. Como dato curioso apunta el Boletín Eclesiástico, que cada día a las dos de la madrugada ya se hallaban obstruídas las a veni– das del templo por una multitud de personas que afluían de las aldeas vecinas (l). Copiosos frutos espirituales fue- (1) Boletín Eclesiástico de Sevilla. Tomo 25, pág. 585-87. Y añade: <<Desde el piimer día los dos Misioneros, el Sr. Arcipreste, y demás sacerdotes de esta villa, asistían al Confesonario desde la Miea de la madrugada hasta las diez de la noche, sin otro inter– valo que el necesario' para tomar algún alimento. La Cofradía de San Pedro y Pan de los Pob1·es, solemnizó el último día de la Misión r epartiendo a los pobres de esta villa y pueblos próximos, 2.000 libras ele pan».