BCCAP000000000000130ELEC

El Padre Adoain en Andalucía 439 ribaldi! ¡Muera Pío IX! mientras fusilaban la imagen de la Virgen y asaltaban las iglesias! El último día el sermón fué en la plaza. En ella y en las calles próximas reuniéronse unas quince mil personas que escucharon al egregio misionero con tan profundo respeto, que no se oía una tos. Allí dió la Bendición Papal; y luego tomando la imagen de la Divina Pastora se formó la proce– sión camino del convento que se hallaba en las afueras de la ciudad. Las campanas repicaban sin cesar; las salvas y cohetes retumbaban en el espacio; la música ejecutaba himnos de aire marcial; el Clero y cantores entonaban el himno sagrado Ave Maris Stella. Las ventanas, balcones y puertas estaban engalanados con damascos• y banderas. Las calles animadísimas, repletas de público jubiloso. Veíanse en la procesió>. significados cantonales que, baña– dos los ojos en lágrimas, vitoreaban a los Capuchinos, al Clero y al Papa (1). Los curas dábanse el parabién unos a otros y se decían mutuamente: Hemos oído al gran Diego de Cádiz. Recojamos las declaraciones que oímos a un testigo de vista el muy ilustre señor don José Guerrero González, canónigo de la Catedral de Avila, el cual repitió su testimonio bajo juramento ante el tribunal Eclesiástico de Málaga: . Lo que sé de ciencia cierta por haberlo presenciado yo mismo es lo siguiente: que la misión dada por el Padre Esteban en Antequera, tuvo un fruto copiosí– simo; que la sola presencia del Padre Esteban imponía res– peto sobrenatural; que cuando entraba en la iglesia, cesaba el rumor de la multitud y se oía decir: •Ya viene el santo•; que la gente deseaba tocar el Hábito, en señal de venera– ción como a santo; que solo oírle entonar el Santo Dios al principio del sermón conmovía profundamente a todo el au– ditorio; que sobre todo en la exhortación final llegaba a rendir a los más fríos, indiferentes y descreídos; que se (1) En aquella memorable procesión iba toda la nueva Comu– nidad de Capuchinos: Padres Esteban de Adoain, Guardián; Ber– nabé de Astorga, Vicario; Satlll'nino de Artajona; Carlos de Ante– quera; Bernardino de Belliza; Pedro de Castejón. Los coristas, Fray Fermín de Velilla; Angel de Belliza; Francisco de Valencia; Luis de Masamagrell. Los legos, Fray León de la Naja; Fermín de Ecay; Manuel de Cabm. Hallábase también el Comisario Apostólico P. Jo– sé de Llerena.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz