BCCAP000000000000130ELEC

424 El Padre Esteban de Adoain apareció sobre el alto de Santa Celia una nube gris, que iba subiendo hacia el espacio, adquiriendo por momentos mayores proporciones, hasta extenderse sobre los campos de Lumbier, cerniéndose sobre ellos como ave de rapiña sobre incauto pajarillo. De improviso un vivo fulgor tiñe todo de color de fuego, mientras un formidable trueno hace retemblar el suelo. De la nube oscura brotan torrentes de granizo con furia ate– rradora, con estruendo imponente, con tal densidad, que oscurecen el espacio. La mayor purte de las piedras eran descomunales. Los testigos de vista nos decían, al interro– garles no ha muchos años. «Eran piedras muy grandes; eran asÍ» Y diciendo esto, cerraban la .mano y mostraban el puño. En pocos minutos la comarca de Lumbier quedó con– vertida en un campo de hielo. No quedó un grano de trigo sobre un tallo; las ramas de los arboles y los troncos de las vides quedaron peladas y rotas. No se registraron des– gracias personales; pero murieron algunas bestias de la– branza.. Los campesinos de la comarca, recordando la profecía del misionero, exclamaban: . ¡Piedras tendreis!.. ¡Ya las tenemos! .. » El espectáculo de entusiasmo-religioso presenciado por el Sr. Obispo de la diócesis en Lumbier y Navascués, cau– tivó al Prelado y le hizo concebir grandes esperanzas de un verdadero resurgimiento moral de las parroquias de Na– varra por medio de un misionero de la talla del Padre Es– teban. Le rogó que sin detenerse, recorriera la Ribera de la Provincia, señalándole por el momento el siguiente itine– !ario: Artajona, San Martín de Unx, Falces, Funes, Andosilla, Lerín, Azagra y Mendavia. Pasando a pié por Monreal. donde predicó una noche, se trasladó a Pamplona. Desde allí pidió a su superior de Bayona le enviase un auxiliar prua la larga campaña mi– sionera que iba a emprender. En la capital de Navarra no fué molestado por -las auto– üdades; porque informado el gobernador por el señor Obis– po, de los grandes éxitos espirituales del Padre Esteban. autorizóle para usar el santo Hábito y para predicar donde quisie_ra.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz