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El Padre Adoain en Navarra 417 de la nueva Constitución Española: •La Religión Católica, apostólica, romana es la del Estado; y la Nación se obliga a sostener el culto y sus ministros». Todo esto demostraba que no era imposible cualquier empresa que contribuyera a la restauración espiritual de España. Contra el consejo de algunos pesimistas pensó nuestro Padre Esteban en la rehabilitación del viejo convento de Pamplona, que había sido cerrado en 1834. Visitó más de una vez, en Francia mismo, a la reina destronada Isabel II, la cuaL sabiendo que había sido colaborador y amigo del Padre Claret. lo recibió muy bien. Prendada de su virtud y de su trato sencillo, se ofreció a ayudarle en tan laudable empresa; y desde luego escribió ella misma a Cánovas del Castillo y también a su hijo Alfonso XII, abogando por la reapertura del. Convento de Pamplona (1). Contestole Cá– novas que no conceptuaba conveniente la fundación o establecimiento de Comunidades en el norte de España, ya que estas se habrían de nutrir de individuos carlistas, como eran los frailes emigrados. Pero que el Gobierno estaba dis– puesto a tolerar o autorizar alguna que otra fundación en Andalucia o en las provincias del centro de España. (2) Entre tanto nuestro misionero obtuvo permiso del señor Obispo de Pamplona para entrar en su diócesis y empren– der una campaña apostólica a fondo, tan necesaria al cabo de tres años de guerra. Después. . recorrería toda España si Dios le daba salud. ¡Diríase que el Padre Esteban no tenía más que treinta años de edad! ¡Y contaba sesenta y ocho! Cumplió ante todo un compromiso que tenía contraído en Bayona. En el mes de Mayo (1876) predicó once días a los españoles en la Catedral para levantar el espíritu harto decaído de aquellos emigrados y desterrados. El Padre Esteban era allí el símbolo del optimismo. El día treinta de Agosto llegó a Pamplona con el Padre Pedro de Málaga, entrando en la ciudad a las tres de la (1) El Padre Claret, hoy elevado al honor de los altares, fué confesor de Isabel II. Murió en Francia en 1870. La reina Isabel II, hija de Fernando VII fué destronada y desterrada en septiembre de 1868. En 1870 abdicó en favor de su hijo Alfonso XII. Después de la proclamación de éste, Isabel II hizo algunos viajes a España, Pero continuó residiendo en Francia. (2) Así lo declaró el mismo P. Adoain en Irurozqui, como lo atestigua el ilustre prócer navarro don Severiano Blanco. 27

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