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406 El Podre Esteban de Adooin advierte que al establecerse en territorio español. habrá de someterse a la obediencia del Rvmo. Padre Comisario Apos– tólico, que es el Superior jurídico de todos los Capuchinos de aquel país. Y le ruega no se lleve otros religiosos del convento de Bayona como no sea el Padre Segismundo, pa– ra quien había sido solicitada también la autorización, ya que la Orden había contraído compromiso con el Presidente de la República del Ecuador de enviarle misioneros espa– ñoles de los expulsados de Guatemala. Atendiendo a estas manifesta ciones del Padre General. nuestro Padre Esteban hizo su viaje a España sin llevarse compañero alguno. Salió de Bayona el día veintinueve de Diciembre (1873). .Entró en Navarra por Dancharinea y atra– vesando el valle del Baztán y Ulzama y tocando Irurzun, debió ganar el puerto de Lizarraga y pasar por Abárzuza para llegar a Estella, donde entró el día ocho de Enero. El nueve llegó a Murieta para alojarse en casa del Párroco Padre Manuel Echeverría, Capuchino exclaustrado, que había sido condiscípulo suyo en los primeros años de vida religiosa. (!) Demás está el ponderar lo ¡;;ordialmente que fué recibi– do nuestro veterano misionero en aquella casa, y la admi– ración y grata sorpresa que causó en el país la presencia de un Capuchino con su santo Há bito y su barba. (1 ) El P. Manuel Echeverría, de Murieta, era sobrino del Pa– dre Ramón de Murieta, Prefecto que fué de la expedición de misio– neros Capuchinos a Venezuela de 1842.

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