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Los Cap·uchinos expulsados por la revolución 397 Rompió la marche; la tropa, seguían los dieciseis frai– les. Tras ellos la plana mayor... fueron conducidos al cuartel. De allí, al Gobierno civil. finalmente, a la cárcel. -¡Ya estamos en seguridad! -exclamaron algunos frailes acentuando intencionadamente la palabra. A las cuatro de la mañana se les obligó a ocupar unos carruajes y emprendieron la marcha. Cuatro horas más tarde uniéronseles seiscientos soldados, que, mandados por un jefe francés apellidado Brun, traían preso al Presidente anterior, a un canónigo y a varios caballeros condenados a pena de destierro. El Gobierno pagó el viaje hasta Co– rinto, puerto de Nicaragua; de allí se trasladaron los 'Ca– puchinos a Panamá, donde fueron bien recibidos por el. Obispo. En Junio del año siguiente se dividió la Comunidad: Cuatro Padres, tres coristas y cuatro legos, se embarcaron · para el Ecuador, llamados por el Presidente Don Gabriel García Moreno. (!) APENDICE DEL CAPITULO XXXVII Religiosos Capuchinos desterrados de El Salvador P. Miguel de Prats, Guardián , Lorenzo de Mataró . , Bernardino de Capellades Pedro de Llisá , Serafín de Arenys , Bartolomé de Igualada , Manuel de Montroig , Leonardo de Gerona , Fernando de Montroig Coristas: Fr. Benito de Guatemaia , Benigno de Archidona Fr. Martín de San Martín de Provensals Narciso de Olot Legos: Fr. Bernardo de Castelltersol , Crispín de Vilallonga , Diego de Granollers Fidel de Suria , Magín de Tarragona El autor de este libro conoció y trató a tres de los religwsos cuyos nombres figuran en esta lista: Padres Benito de Guate– mala, Martín de San Martín de Provensals y el Hermano Diego de Granollers. (1) En Panamá corrieron mala sue1·te algunos de ellos. El Sr. Obispo señaló a siete el distrito de Chiriqui. Fueron muy per– seguidos y calumniados por unos extranjeros que pertenecían a.

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