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~3.:...7_:8 _______E::ci_:Padre Esteban de Adoain los únicos responsables de alarmas injustificadas y de los: escándalos y perturbaciones consiguientes, protestando <les– de luego la Junta de su inocencia por si tuvieren algún re– sultado contra la Congregación. La Junta Patriótica de esta ciudad, organizada bajo el lema de orden y progreso, no. faltará a él; y se dedica a enseñar al pueblo los derechos y los deberes del hombre en sociedad, procurando mejo– rar su condición moral y material bajo la égida de la ley. »El primer Concejal.-Vicepresidente.-Revisor.-Nicolós. Andrade. - Tomás Matheu. -Salvador Barrutia. - Eduar– do Quiñones.-Manuel Matheu.--Antonio D. Durán.-Prose– cretario, Manuel Irungaray.--Certifico: José Irungaray, Se– cretario.-Tomás Matheu.-M. Irungaray, Prosecretario» (!). El hecho de que la Junta Patriótica de Antigua presen– tase sus excusas al Padre Esteban, que no se las pidió, re– vela ser cierto lo que todo el pueblo atribuía indignado, a la misma Junta, a saber, que se eniregaba a trabajos de zapa para conseguir la expulsión de los Capuchinos. Escuche ahora el lector por curiosidad, la sabrosa contestación del Padre Esteban, enviada el día 10 del mismo mes y año. •Veo con sumo placer que l<l Junta Patriótica de esta. ciudad se halla poseída de los más buenos y vivos senti– mientos creando escuelas, inculcando al pueblo el orden y moralidad y el respeto a la ley y a las autoridades. No puedo menos de congratularme con los señores que com– ponen la mencionada Junta por estas sus ideas identificadas. con las mías; porque desde el año treinta y siete que co-· meneé a ejercer el ministerio de la predica.ción, todo rni. empeño ha sido inculcar a los padres de familia la ínstruc· ción de sus hijos. Pero no me he contentado con esto, sino en las ciento y más misiones santas que he predicado en esta República desde el cincuenta y seis hasta la fecha, no se me ha pasado ni siquiera una sin dirigirme a las autori– dades locales, haciéndoles presente la estricta obligación que tienen sobre la instrucción; porque como dice Platón, Jas cárceles, las cadenas, los destierros valdrán muy poco, si no se da una buena educación a la juventud. Y Séneca solía de– cir: Nati sumus ad exemplum. »Yo me alegro y doy el parabién a los individuos de· la Junta, de que hayan comprendido la necesidad de la ins- (1) C. III, p . 180.

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