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360 El Podre ~Esteban de Adooin ------------~~~~~~~~~-~ ·ultrajados al ver a los agresores, a los asesinos, ladrone ·e incendiarios. Mas. el Padre Esteban estaba seguro de 1~ moralidad y lealtad de sus espirituales hijos los santanecos En efecto, el día 19 de Febrero, a la hora convenida. que era la primera de la tarde, toda la ciudad de Santa An; ·salió en procesión llevando en andas la imagen de su Patro. na y presidiendo los misioneros con su estandarte. Los de El Volcán habían salido en dirección a la ciudad. Los san. tanecos no tardaron en dar vista a los montañeses que des– cendían por la ladera, precedidos de sus misioneros y de su estandarte, oyéndose los ecos de sus cánticos y de sus vi– vas. Había pC!ra preguntarse con zozobra ¿Qué acontecerá... ? Ambas procesiones avanzaban, aproximándose por mo. mentes. El espectáculo era conmovedor. ¿Quién osario dar un grito de odio? Hubiera sido una nota discordants mons– truosa, una profanación. Indios y ciudadanos uniéronse en la llanura. A una insinuación del Padre Esteban, que les di– rigió una alocución vibrante y emotiva, pidiéronse perdón mútuamente desarrollándose una escena tiernísima que ha– ría llorar a las piedras. Cesaron los cánticos para dar lugar ·a los scillozos. Confundidas las dos procesiones, se encaminaron a la plaza. Volvió a hablar el Padre Esteban y volvieron todos <l prorrumpir en ll'é:mto y pedirse perdón. · El Padre Esteban era el angel de la paz en Centro Amé– rica. Pero la política volví,a a envenenar el ambiente cada vez que nuestro .misionero lograba el ·triunfo del espíritu cristiano en las masas. El Misionero no descansaba en Centro América, pero los ambiciows tampoco se dormían. El día dos de Marzo pasó a Cojutepeque, la parro· quia más numeros;:r e importante de la República de El Salvador, situada en el ceniro de la misma y a unos -cincuenta kilómetros al &ste de la capital. Allí se ha· liaba el egregio predicador .conmoviendo toda la ciudad y toda la región, hasta tal punto que en poco más de·quince días llevaba ya contadas diez mil novecientas comunione~ y otros frutos de positivo valor esperituá:L cuando he aqul que un suceso inesperado conmovió en otro sentido a toda la república. . El General Santiago González, orocedente de Honduras. atravesó la frontera con un ejército: mvadiendo El Salvador

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