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-=3--=3--=B_______f::ci_P_adre Esteban de Adcca:..:a:..:i.:..:n_____,__ ___ observancia en vigor. Tenemos 23 novicios y todos van bie El Maestr~ es Fray Segismundo y ~l Secreta:io Fray Serafí~: Le qomumco esto para que esco¡a cualqmera de los dos conventos. Pero le suplico que no deje de venir. Preséntes con su santo Hábito y todo quedará desvanecido. e · »El Gobierno y el señor Arzobispo están empeñados en que vaya a predicar misión a los indios de los -Altos. ¡Ojala que V. C. estuviese aquí!. .. Reciba los saludos de Fray Die– go y demás Hermanos. Y disponga de s. s. q. b. s. m. Fray Esteban de Adoain. Guardián y Comisario General». (1) En esta carta se revela el venerable Padre Esteban lo que era como superior. El Padre Elías, no sospechaba se. guramente que el Comisario General le trataría con tanta indulgencia. Ignoramos si el Padre Elías pudo emprender viaje para Guatemala, pero la caridad del Padre Adoain era de sobra para quebrantar una roca. Hemos" oído exciamar a sus discípulos: «Nuestro Padre Esteban era una madre «Yo fe ví, nos decía el Padre San– tiago de Guatemala, visitar diariamente a los religiosos én– fermo¡; a primera hora y entregarse a la limpieza de. sus · celdas como si fuera. un lego. A los Padres jóvenes que se hallaban en gran aprieto para tumplir sus compromisos de predicación, les llevaba paquetes de sermones que él había escrito y se los regalaba» . No admitía acusaciones contra ninguno de s~s frailes. No se le ocultaba que los acusadores suelen exagerar las faltas de los denunciados, porque no siempre van guiados por la rectitud de intención, sino por el apetito de venganza o por el deseo de conquistar el favor del Superior. A un religioso de votos simples llamado Fray Felip8 de San Martín de Provensals le reprendió por su afición a acu– sar y a mentir y le anunció que ·saldría. de la Orden. Y en efecto, ·aquel religioso abandonó el Hábito después de dos años de vida monástica. . (i) El Padre Joaquín Elias, natural de Tayá (Barcelona) na· bía vivido varios años en el Convento de Antigua Guatemala, eJer– ciendo muy laudablemente su ministerio espiritual. En enero de 1868 se trasladó a Roma y España con licencia de sus superiores. Ya no regresó a Guatemalá ; y perdió con.tacto y comunicación con la Or– den. Después de varios viajes muy asendereados·, se trasladó a La. Habana refugiándose en una Residencia de la «Congregación de San Felipe», a donde le dirigió la carta nuestro Padre Esteban.

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