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El pacificador de Centro-América 307 La noticia de este suceso corrió rápidamente. Y pronto o!Tlenzaron a llegar nutridos grupos de toda la república. ¡\}gunas c~r':vanas. de ci~dades muy disJantes hubieron de bacer su vw¡e en cmco dws. A los sermones de nuestro misionero acudían barristas llUY significados. La curiosidad y el entusiasmo iban con– tagiando aun a los más remisos y a los ·más recalcitrantes. Veinte días llevaban de misión· y el Padre Esteban tenía l triunfo asegurado. Comenzadas las confesiones, ya nadie pudo extrañarse de la extraordinaria afluencia de toda clase e gentes que caían a los pies de los ministros de Dios. {ombres de 50 y 60 años de. edad, que desde su infancia ~o se habían preocupado de cumplir ninguno de los precep– tos de la Religión, rindiéronse con la docilidad de un niño. El día nueve de AbriL domingo de Ramos, se erigió en a plaza una gran cruz de diez varas,_sobre un sólido pe– estal con su escalinata. Desde el templo había sido llevada por nuestro misionero, que la cargó sobre sus hombros segui– o de millares de personas. Allí se hallaban confundidos ueñistas y barristas, olvidados de sus rencores políticos. El isionero, desde lo más alto de la escalinata, dirigió la pa– abra a la ingente muchedumbre sin poder ocultar la emo– ión. No hizo alusiones a las circunstancias políticas, pero abló de la necesidad de vivir unidos como cristianos a la ombra de los brazos de Jesucristo ensangrentado y cru– ificado. El día en que más culminó el entusiasmo fué el dieciseis e AbriL Pascua de Resurrección, al celebrarse la despedida e la misión con la Bendición Papal. Toda la ciudad se ha– lab;:r en la plaza; los forasteros superaban en número. Los ollozos, las peticiones de perdón, las protestas públicas de os que clamaban que habían vivido engañados, se mezcla– ban con los cánticos sagrados y con los vivas a la Divina astora y a los misioneros. En vista de un éxito tan lisonjero y rotundo, el sflñor ~hispo y el Presidente de la República quisieron que inme– iatamente comenzase Misión en la capitaL centro del ·fuego evolucionario. El día uno de Mayo salió nuestro misionero con el Padre :0Pellades de Nueva San Salvador y se dirigieron a la gua– ida de la fiera. En la capitaL el partido barrista era numeroso, bien or·

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