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CAPITULO XXVI EL MISIONERO EN CENTRO-AMERICA (1860) JNDIGNACION POPULAR EN EL SALVADOR POR LA EXPULSION DE LOS MI– SIONEROS. - NUEVA CARTA DEL PADRE ADOAIN AL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA.- APOTEOSICO RECIBIMIENTO DE LOS MISIONEROS EN GUATE- MALA.- RRJJ.LANTE LABOR DEL PADRE ADOAIN EN 1860. "[;'-N la ciudad de Santa Ana, ocurrió lo que cualquiera L podía prever. El Padre Adoain, antes de sufrir el atw– pello, había anunciado la primera Comunión general para el día uno de Enero. Ignorantes los sacristanes de la deten– ción y expulsión de los misioneros, hicieron su llamada ·a] público a las cuatro de la madrugada del citado día. Los sagra dos bronces lanzaban al espacio sus notas, que pare– cían más bri6sas y sonoras que otros días,- como anuncio de la gran fiesta religiosa que se esperaba: · En pocos minutos se llenó el templo. Los misioneros no aparecían. Alguien fué a buscarlos con intención de avisar– les que les esperaba un gentío inmenso. Luego apareció el señor Párroco, que comunicó al público lo acontecido, a sa– ber, que a las doce de la noche ha bían sido apresados los CUatro misioneros por un piquete de soldados y conducidos ~ la frontera de Guatemala. El estupor de la gente no tuvo Ü!nites. Al estupor sustituyó la indignación y el dolor. Se l~vantó un clamoreo estruendoso, prolongado. Unos malde– C!an a l gobernador de Santa Ana, otros al Presidente de la República. Quien rugía que aquello no se podía consentir; <!Uien lloraba clamando que los Padres eran unos «Santos• Yque debían volver inmediatamente.