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274 El Padre Esteban de Adaain le pido a S. E. que no haga uso ninguno de cuanto le digo, sino que sea para su gobierno. •Con este motivo me suscribo su seguro servidor que besa las manos de V. E.-Fray Esteban de Adoain, Misio. nero Capuchino•. (l) Dificilmente se hallará una carta dirigida por un pobre sacerdote a un Jefe de Estado, tan maciza, clara y valiente como la del Padre Adoain al Presidente de la República de El Salvador. No la empañan ni la acrimonia de lenguaje de algunos escritos dirigidos por el Obispo Hilario de P 0 ¡. tiers al ·emperador Constancia, muy P.Xplicables por cierto, (2) ni la timidez o adulación del que se arrast~a ante los po. tentados por el temor de represalias o por la esperanza de algún favor. · Igr<oramos si el Presidente Barrios contestó :al Padre Adoain. Lo que sabemos es que no se le turbó la tranquili– dad de conciencia por las acusaciones del Siervo de Dios, aunque sí se le turbó la digestión y el sueño ante los distur– bios que sobrevinieron en Santa Ana a consecuencia del atropello cometido contra los Misioneros. (1 i C. III, P.· 1 y sig. . (2) Libro dirigido a Constancia, Tomo X de Migne p. 578.
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