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CAPITULO XXIII PRODIGIOSO APOSTOLADO EN GUATEMALA (1856-57) LA ESPIRITUAL CONQUISTA DEL DEPARTAMENTO DE ESCUINTLA. - EX!TOS. EN LA CIUDAD.- RECORRIDO TR!UNFAL.- EL COLERA MORBO Y EL PADRE ADOAIN.- LOS PRODIGIOS DE>CHIMAL,TENANGO Y COMALAPA.- ENTUSIASMO DE LOS PUEBLOS.- AGRADECIMIENTO DEL GOBIERNO. E MPIEZA el Padre Adoain su nueva campaña por el punto más dificultos0. Según se decía ele público, el Departamento de Escuintla erci el refugio de los malhecho– res de toda la República; y su capitaL la villa más desmo– ralizada. Pues allí hay que atacar al enemigo. Contaba unos cinco mil habitantes. «Allí va a experimentar usted el primer fracaso de su vida, decíanle. Lleve las sandalias flojas, para poder sacu– dirlas fácilmente en el día de su fuga. Soñar en el fruto de una misión en Escuintla, es soñar un imposible». ¿Impm¡ible? Izemos la bandera de la. Divina Pastora ... Y ¡al asalto! La cobardía y el desaliento no son cualidades de un apóstol. Si no vamos a Escuintla, ¿a dónde iremos? ¿a país conquistado? Y en 'ese caso, ¿quién se pondrá en contacto con los facinerosos? Si el sacerdote huye de ellos, ¿quién los salvará? Jesucristo declaró terminantemente que no vino a buscar a los justos, sino a los pecadores; no a los sanos, sino a los enfermos --contestaba resuelto el Padre Adoain-. Desde la Antigua, que está al sur de la República y a unas veintitrés leguas del Pacífico, hay diez hasta Escuintla en dirección al mismo mar.