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242 El Padre Esteban de Adoain Estos. saludaron con júbilo la aparición del Padre Esteban de Adoain, cuya fama de apóstol prodigioso había rebasado los mares. Con su cooperación pudieron corresponder Ven. tajosarnente a las esperanzas de las autoridades civiles y del Arzobispo, que ya era el Excmo. Don Francisco de Paula García Pelaez (]). He aquí ·cómo se expresa el autor del Cronicón de los Capuchinos de Centro América: «El Cielo nos envió a este convento de la Antigua corno diestro operario, al Reverendo Padre Esteban de Adoain, Capuchino de la provincia de Na. vana. Este Padre, infatigable en dar misiones por varios puntos del cristianismo y últimamente en la isla de Cuba, sabiendo nuestra fundación en Guatemala, se nos presentó a últimos de Octubre y enterado de nuestra observancia re– gular, queda agregado a nuestra pequeña religiosa familia. »El concurso feliz del Padre Esteban, empezó a pronos– ticar a nuestra religión prósperos y felices sucesos, singu– larmente saludables por su influencia en la República de Guatemala. »Viendo que la Divina Providencia, no en vano nos ha– bía favorecido con este varón tan práctico e industrioso en el apostólico ministerio, determinarnos que comenzara a sa– lir más allá de la Antigua el sonido de nuestra evangélica voz y se espaciara hasta los confines de la república. »Así corno el gran Matatías al ver las prevaricaciones de los hebreos salió en público y clamó: Todos los que tie– nen celo por la ley santa, salgan y vengan siguiendo mis huellas, así también, inficionado la república de Guatemala con los espesos sacrílegos humos de la inmoralidad, nues– tros misioneros excitaron con la predicación santa a los que olvidados de los deberes cristianos, se habían precipitado en el abismo de brutales e indómitas pasiones». (2) A través de estas enfáticas frases del · cronista, se vé (1) «Este Gobierno (el de Carrera) no sólo apoya nuestras Misiones, sino que toma parte activa pasando órdenes terminantes a los Corregidores de los Departamentos para que por todos me– dios secunden la acción del misionero. Y dichos mandatarios cu~~ plen las órdenee del Gobierno y mandan a los alcaldes y dem3S auxiliares, que averigüen qué ciudadanos se hallan entregados ama: vivir y los pongan a disposición de los misioneros.>> (Carta de Padre Adoain al Padre Claret, 20 mayo 1862.) (Archivo del V1ce· Postulador, Carpeta VI, 1-a.) (2) Cronicón, p. 61.

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