BCCAP000000000000130ELEC

226 El Padre Esteban de Adoain En Maraguán predicó unos días a auditorios muy nu. merosos, y luego se trasladó al Hato de San Rafael, donde se reunían mil personas llegadas de largas distancias. De allí pasó a Guayajai, improvisando templo en caso de un tal D. Manuel González. El 11 de . marzo, emprendió marcha hacia el este de Puerto Príncipe, penetrando en el distrito de Sibanicú, a fin de esta blecer contacto con Pue– blos evangelizados el año anterior y con objetó de qu~ no quedase ninguno abandonado. Con su celo quería abar. carlo todo y hubiera deseado estar simultáneamente en di– versos parajes. Recorrió, en el mes de marzo, los pueblos de Concepción o Padre Valencia, Arenillas, Cascorro, Mo– rañón o Juan Sánchez. Quizá sea Cascorro el más impor– tante de ellos. Hállase a sesenta y tres kilómetros de Puerto Príncipe, distancia respetable que devoró muy rápidamente nuestro Misionero aunque no existían vehículos de ninguno clase. Es aldea de más de dos mil habitantes, muy próximo a la loma o cerro del mismo nombre, situada entre los ríos Cascorro y SoL Al hablar de esta aldea, recordamos el nombre de Eloy Gonzalo García, soldado español cuya ha– zaña realizada durante la última guerra de Cuba en 1896 comentábamos elogiosamente aquellos días. Amplio cam– po abríase aún a l celo de nuestro Padre Adoain, que con indecible júbilo, como caballero andante de la cruz, visi· taba tan ocultos parajes, cuando una nueva orden del Ar· zobispo hízole abandonar los campos para ejercer su apos– tola do en Camagüey o Puerto Príncipe. El día 1 de abril. domingo de Ramos, se trasladó a Nuevitas y al día si· guiente se presentó en la capital de la Provincia. Ocupó liDa celda del Convento de San Francisco, en cuya iglesia predicó el mes de abril con grandes concursos. Pero donde obtuvo fruto extraordinario con demostra– ciones de profunda piedad y de entusiasmo creciente, fué en la iglesia de la Soledad. Su la bor constituyó una ver– dadera misión que duró todo el mes de mayo. Las piadosas familia s de Torres y Za yas tomaron a su cargo el embellecimiento del templo. Todos los domingos hubo comunión generaL El últimO día se celebró Misa solemne y procesión con muchos !l1l· llares de personas, asistiendo ambos Cabildos, eclesiástiCO y civil. y el General Sr. Manzano, con toda la Plana JVla· yor y con la oficialidad de los regimientos allí destaca·

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz