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Continúa su apostolado en Cubo 221 ----------------------~--------------------------- 110 cuentan sino algunos centenares de personas, que será difícil reunir. No vale la pena de perder tiempo. --¡Vamos allá! Replicó el Misionero. Peores caminos anduvo Jesucristo para buscar ovejas perdidas entre los ba– rrancos. La Divina Pastora reunirá a esos montañeses en torno suyo. Y yo, como heraldo de Ella, llevo buena trom– peta. ¡Vamos allá! Y subiendo y bajando barrancadas imponentes y agres– tes. llegó a las aldeas; escogió una casa, la que le pare– ció más céntrica y estableció Misión. Allí tuvo el consuelo de ver reunidas ·aquellas gentes rústicas, que obedecieron dócilmente al Misionero. Los negritos también respondieron a las llamadas y exhortaciones de nuestro predicador. Trescientos diez indi– viduos de todos colores reuníanse en la casa misión, pro– piedad de D. Rafael Pren, comandante accidental; y ef úl– timo día comulgaron con fervor edificante. El día 30 de octubre terminó en Los Negros; y el mis– mo día comenzó en Bejagual; y luego, sin tomarse ni una hora de descanso, en Guanínao, rincones desconocidos, en que nuestro P. Adoain disfrutaba sintiendo las más santas y gratas emociones, al ver a la Divina Pastora aclamada. con entusiasmo. Era ya el 8 de noviembre. Su plan de campaña, tan sagrada y fecunda, fué interrumpido por un aviso del santo Arzobispo, que le ordenó trasladarse a Santiago, para ir con él a Nuevitas y a Puerto Príncipe. ¡Cuántas veces en los días de nuestra adolescencia leímos en los periódicos estos nombres y otros que hemos citado! Seguíamos C"On ansiedad los incidentes de una cam– paña sangrienta. «En Nuevitas, leíamos un día, nuestros soldados se han apoderado de un importante alijo de ar– mas, capturando a los filibusteros» . En tiempo del P. Esteban el municipio de Nuevitas no contaba los doce mil habitantes que lo integraban cin– cuenta años más tarde. Era de menos importancia. Extién– dese su costa desde la Boca de las Carabelas hasta el puerto Nuevas Grandes. Ocupa una superficie de mil seis– cientos kilómetros. La iglesia parroquial está dedicada a San Fernando. Hay fábricas de tabacos, ingenios de azú- • car, serrerías, etc. El día 21 de noviembre embarcóse en Santiago con el

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