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En que da fin al tema del anterior 201 causo de sus excesos en el púlpito, antecedente bien poco favorable...- Dios guarde a V. E. I. muchos años.-Habana, 24 enero 1853.- Valentín Cañedo» {!). • No cogió de sorpresa al Santo Arzobis]iO este serio comunicado del Capitán General. Lo esperaba. ¡Cuán fáciles eran las autoridades de aquel tiempo pa– ra creer er. las acusaciones contra eclesiásticos! Su hostili– dad a la Iglesia hizo más daño a España que la invasión de los sarracenos. Si los funcionarios de Cuba hubieran trabajado por el bien de aquel país con el celo y desinte– rés del P. Esteban, a estas horas Cuba sería española. Los que cori sus vicios desacreditaban n la madre patria, los que vivían en Cuba entregados, a rienda suelta, a sus con– cupiscencias, perseguían y acusaban al santo Arzobispo y al santo Misionero Padre Esteban, pidiendo a gritos su ex– pulsión de la Isla! ¡Y lo hacían en nombre del decoro, fin– giendo que se escandalizaban de las frases del ministro de Dios, que anatematizaba la incontinencia! ¡Le perseguían en nombre de un patriotismo que no sentían, porque no sabían qué era espíritu de sacrificio! El santo Arzobispo de Santiago de Cuba rio tuvo que estudiar mucho, ni practicar · tantas diligencias como sus adversarios para contestar al Capitán General. Estaba muy bien informado de todos y cada uno de los pasos de sus subalternos. Nada se escapaba a su perspicacia y vigi– lante celo: Poseía datos concretos de la actuación del Padre Adoa in. En efecto: remitió al Capitán General una contestación valiente, razonada, completísima, en la que refutó victo– riosamente todas las acusaciones de que se hizo objeto al P. Adoain. El documento, que lleva fecha 7 de febrero, es una apología de nuestro abnegado Misionero 12). ¡Felices acusaciones de los impíos que hicieron brotar (1) Don Valentín Cañedo, que sustituyó en la Capitanía Ge– n•ral de la Isla a D. Jos-é Gutiérrez de la Concha en abril de 1R52. era natural de Oviedo; nació en 1806, tomó parte muy activa en la Primera guerra civil, al servicio del Gobierno. Al terminar la ~~rnpaña era ya Brigadier. Llegó a ser Capitán General de Ca8- "11Ia. la Nueva y después disfrutó el mismo cargo en Cuha, ~ie-t1do •ust¡tuído por D. Juan de la Pezuela en diciembre de 1853. Murió en Madrid tres años más tarde. . (2) Archivo del Gobierno de Cuba. Copia registrada con 'el llúrnero 350. Archivo del Vice-Postulador. Carpeta II, n. 18.

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